PP y Vox llevan meses colisionando por cómo combatir la amnistía desde la calle. La ultraderecha respaldando las protestas en Ferraz, la derecha instando a reclamar la paralización de la medida de gracia de una manera más sosegada (aunque a veces le costaba distanciarse del partido con el que gobierna en muchas comunidades autónomas, etc). Y la pugna llega también a las instituciones en el día clave de la ley de amnistía.

“Coherencia” y “valentía”

La formación que lidera Santiago Abascal ha pedido al PP que sea “valiente” y “coherente” con la postura de que la amnistía es inconstitucional y detenga la tramitación de ley haciendo valer su mayoría absoluta en el Senado, cámara en la que los populares sí pueden exhibir un músculo que, en la práctica, serviría apenas para retrasar la normativa.

En la línea incendiaria que caracteriza a Vox, el partido de ultraderecha ha llamado a la “rebelión” contra el Gobierno, considerando que “los primeros que tienen que rebelarse” tienen que ser los senadores del principal partido de la oposición.

Con la idea de que el texto de gracia a los políticos catalanes es una “enmienda a la totalidad al sistema democrático y al orden constitucional”, la extrema derecha ha solicitado a los de Alberto Núñez Feijóo ir un paso más allá y dar una respuesta “excepcional”, acorde a la gravedad que, consideran, protagoniza el momento.

Así, en rueda de prensa previa al pleno de la votación de la ley de amnistía, Pepa Millán ha señalado que la “herramienta poderosísima” que tiene el PP para frenar la amnistía es un baluarte contra la “medida de gracia hecha a medida de Carles Puigdemont”.

En sus declaraciones, y mientras después el portavoz del PP, Miguel Tellado, ha defendido, precisamente, las concentraciones pacíficas en la calle; desde Vox consideran que esto y “sentarse con el PSOE los lunes” es una “incoherencia”. Con ello, la portavoz ultraderechista ha destacado que el artículo 36 del Reglamento de la Cámara Alta tiene potestad para decidir sobre la admisibilidad y tramitación de las normas.

Dos meses más

El Senado puede vetar la ley, sí, pero no tumbarla, ya que, en caso de negarla, esta volvería al Congreso para su entrada en vigor dentro de dos meses.

No obstante, lo que quieren desde Vox es otra cosa: que la mesa, con el apoyo de los informes de los letrados y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que dudan sobre la constitucionalidad de la amnistía den su voto negativo a la tramitación. Después, sería el Tribunal Constitucional (TC) el que debería pronunciarse.

El PP usará “todos los resortes” dentro de la legalidad

El portavoz del PP, por su parte, ha asegurado que van a usar “todas las herramientas” a su alcance porque la situación en el Congreso es “tremendamente grave”. No obstante, ese “compromiso”, aunque sigue “intacto”, no pasa por “incumplir la ley para parar una ley”, y por esta razón ha lanzado un órdago a Vox, emplazando a la extrema derecha a “entender que a veces hace planteamientos que el ordenamiento jurídico no contempla”.

“La amnistía se aprueba en contra de la mayoría civil, de los letrados del Congreso, del CGPJ, del criterio de académicos y de referentes de la sociedad civil, de cientos de alcalde y de millones de españoles que llevan meses saliendo a la calle para manifestarse”, ha señalado Tellado. “Que Sánchez coloque en la fachosfera a los que dicen ‘no’ a la amnistía, entre ellos los que salen a la calle, deja claro qué tipo de presidente es”, ha añadido, acuñando que “sin amnistía, la legislatura habría terminado hace dos meses y los españoles habrían vuelto a las urnas” y considerando que “de todas las afrentas, la más humillante es la ley de amnistía”, considera.

“El PSOE deserta del constitucionalismo porque considera que hay españoles que pueden estar por encima de la ley, y cree que el estado de derecho puede ser moneda de cambio para seguir en el cargo”, considera.

El responsable del PP en el hemiciclo ha hablado de otras cuestiones como las presuntas conexiones entre Puigdemont y Rusia en años anteriores. “El Gobierno intenta pasar de puntillas. Queremos saber qué esconden”, ha señalado apuntalando que el PSOE se siente “más cómodo amnistiando a delincuentes y amparando a dictaduras que en las democracias europeas”. “Y es que esta ley es injusta y está redactada por los mismos delincuentes que van a amnistiar”, asume calificando a Sánchez como ejemplo de “lo que un hombre puede hacer por mantenerse en el poder”.