Si los principios de Groucho Marx eran intercambiables, más fácil de retorcer son los estatutos del Partido Popular, sobre todo si están escritos de manera ambigua y permiten la mayor de las sanciones y el mayor de los perdones. La aparición de Xavier García Albiol en los Pandora Papers supone un nuevo stress test para las normas internas y los códigos éticos del PP. De momento, desde Génova no se plantean ninguna medida contra su alcalde de más poder en Cataluña (y el único si excluimos al pequeño pueblo de Pontons), mientras que el PP catalán, que también tendría competencia para para expedientarle, asegura que “se está analizando”.

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Hace unos meses, en junio de este año, el PP se enfrentó a la prueba de fuego de qué hacer con la que fuera su secretaria general, María Dolores de Cospedal, y quien propició con su apoyo que Pablo Casado se convirtiera en presidente del Partido Popular frente a Soraya Sáenz de Santamaría. Cospedal había sido imputada por presuntos delitos de malversación, tráfico de influencias y cohecho en el caso Kitchen, pero el PP resolvió que no cabía sanción alguna contra ella.

Poco antes y en idéntica situación, el Comité de Derechos y Garantías que preside Andrea Levy, concejal de Cultura en el Ayutanmiento de Madrid, decidió abrir un expediente informativo al exministro de Interior, Jorge Fernández Díaz. Sin embargo, el PP perdonó a Cospedal con el argumento de que su imputación no derivó del “ejercicio de un cargo público o representativo”, dado que sus reuniones con el comisario Villarejo fueron como secretaria general y no ministra de Defensa. Finalmente, el juez levantó la imputación a Cospedal aunque la decisión ha sido recurrida por Anticorrupción, pero si se le abriese juicio oral tendría que aplicársele un expediente de expulsión.

Los estatutos del PP 

Cospedal era también entonces presidenta del PP de Castilla-La Mancha, pero el PP hizo una interpretación libre del artículo 22.1 de sus estatutos para exonerarle de castigos. En el caso de Albiol, hay varios aspectos que igualmente se le pueden aplicar, como el artículo 12, punto 1 apartado a), que exige a los miembros del PP que se abstengan “de cualquier conducta que, aún siendo plenamente legal, pueda dañar la imagen u honorabilidad de la organización a la que pertenecen”. También el código ético de la formación recoge en su capítulo 2 la misma exigencia y, además, añade la obligación de ceñirse a principios como la “transparencia, eficacia y austeridad”.

El artículo 55 de los estatutos del PP también aclaran que podrá abrirse “información reservada que podrá devenir en expediente disciplinario” cuando “por cualquier medio se tuviera conocimiento de la falta de ejemplaridad de un afiliado”. Y señala que esa decisión la pueden tomar los Comités Autonómicos cuando afecte a sus miembros, pero el Comité Nacional también porque tiene “competencia genérica sobre todos los afiliados sin exclusión alguna”.

"Se está analizando"

Sin embargo, fuentes de Génova señalan a ElPlural.com que no se plantean ninguna medida contra García Albiol “por una información periodística”, aunque los estatutos señalan que basta conocerse “por cualquier medio”. Desde el PP catalán que presidió García Albiol y que ahora dirige Alejandro Fernández sí señalan que “se está analizando”, aunque su primer movimiento es remitir a los medios al comunicado del alcalde de Badalona.

En su comunicado, García Albiol defiende que cuando se abrió la sociedad en Belice “no ostento cargos de gobierno o ejecutivo de representación política”, aunque era concejal del PP en Badalona desde hacía 14 años, y que de ese proyecto “no obtuve rendimientos” ni había “conexión alguna” con su actividad política. “Soy una persona seria y honrada”, concluye García Albiol, no sin antes subrayar su “muy buena gestión al frente de la ciudad” de Badalona.

El alcalde de Badalona, en declaraciones a Al Rojo Vivo, ha admitido la existencia de la sociedad. “En 2005 recibí unos poderes para llevar a cabo actividades empresariales en Centro América”, ha reconocido el primer edil del municipio catalán. Desde el primer momento, ha desvinculado esta sociedad de la política y del Partido Popular. “Nada tienen que ver”, ha manifestado.

García Albiol ha explicado que buscaba en aquel momento expandir sus horizontes profesionales, aunque finalmente no ejerció sus poderes “por circunstancias”. La empresa de Belice abierta en Andorra fue creada por “unos conocidos indirectos” de sus familiares, que le ofrecieron ser “apoderado” de la misma. “Querían montar unos proyectos para centrarse en Centro América y países de su entorno”, ha recordado el alcalde.

Ha negado taxativamente que ejerciera algún “tipo de actividad” y ha insistido en que “no ha cobrado “un solo euro” de la misma. “Es un asunto de hace quince años. No tiene ningún tipo de relación con la política”, ha destacado el regidor de Badalona, quien ha certificado que la sociedad “lleva inactiva” más de una década y que jamás ha generado “ingresos”.