Si hay un colectivo que en España ha luchado por visibilizar al colectivo homosexual en el deporte, este sin duda es Arcópoli (Asociación de Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales y Heterosexuales de las Universidades Politécnica y Complutense de Madrid). Suya fue la idea de que los futbolistas de primera división lucieran cordones con la bandera arcoíris en sus botas de deporte. Fue también Arcópoli quien, cansados de que “maricón” siguiese siendo un insulto en los campos de fútbol, llamó al mismísimo Real Madrid y Atlético para pedir a sus directivos que acabasen con los cánticos homófobos en los estadios. Ahora vuelven a la carga con un manifiesto contra la discriminación LGTBI en el deporte al que pretenden que se sumen los diferentes ayuntamientos de la Comunidad de Madrid.

Todo ello para que desaparezca la “cultura de machos” que tristemente parece imperar en el deporte español. Ni el jugador homosexual es débil ni todos los futbolistas son heterosexuales. Una evidencia que pese a ello recuerda a ELPLURAL.COM Rubén López, responsable de deportes y portavoz de Arcópoli.

¿Por qué consideráis necesario promover un manifiesto contra la discriminación LGTBI en el Deporte?

 

Creemos que el colectivo LGTB sigue siendo un gran tabú en el mundo del deporte y por ello pedimos a las instituciones que lo impulsen para que pueda abrirse camino.

¿El manifiesto está siendo bien recibido por los Ayuntamientos o todavía os encontráis con muchas resistencias?

 

La respuesta está siendo lenta, pero en general está siendo adecuada. Ningún ayuntamiento nos ha dicho que no directamente, aunque claro, hay muchos que no responden…

Hasta la fecha, ¿qué Ayuntamientos de la Comunidad de Madrid se han sumado a vuestro manifiesto?

 

San Sebastián de los Reyes, Móstoles, Parla, Torrelodones y Alcorcón. Y tenemos muchos en proceso aún.    

A día de hoy, ¿sería posible que el conjunto de los clubs de La Liga Santander suscribieran un manifiesto similar?

 

Sería complicado porque en el mundo del fútbol, salvo honrosas excepciones como el Rayo, el Barcelona o el Leganés les cuesta hablar de LGTBfobia en el fútbol.

Ningún jugador de primera división ha salido del armario. ¿Es que no hay jugadores gays o bisexuales en el deporte rey?

 

¡Por supuesto que los hay! Tenemos constancia de ello, el problema es que el contexto social sigue sin ser nada propicio. El cántico “maricón” está a la orden del día, totalmente naturalizado en el mundo del fútbol y disculpado incluso por directores de diarios deportivos. No hay medidas proactivas institucionales y es complicado que un jugador gay se sienta seguro a la hora de hablar de su vida privada como hace cualquier otro jugador heterosexual.    

Entre otras medidas, en vuestro manifiesto exigís que los árbitros recojan en las actas arbitrales la existencia de cánticos homófobos en los estadios para poder sancionarlos. Hay quien podría pensar: ¿qué culpa tienen los clubs si alguno de sus aficionados llama a un jugador “maricón”?

 

Realmente en poder de los delegados de campo está el que se pueda demostrar que existen esos cánticos. Los clubes tienen cierta responsabilidad de lo que ocurre en sus instalaciones y pueden ayudar a combatirlo. De hecho, si se sancionara a quien realiza esos cánticos y se les prohibiera la entrada, dejarían de hacerlo al instante.    

¿Quién se ha tomado menos en serio el problema de la homofobia en el fútbol, La Liga de Fútbol Profesional o la dirección de los clubs de fútbol españoles?

 

Realmente podemos decir que los clubes españoles, salvo honrosas excepciones (Eibar, Depor, Barça, Español, Athletic, Leganés, Rayo o Guadalajara) han tenido muy poca implicación en sus juntas directivas.

¿Por qué?

 

Eso no lo podemos responder nosotros, pero sí creemos que con el racismo sí se atreven a implantar medidas y con la homofobia no. El tabú está ahí.    

Desde Arcópoli incluso os pusisteis en contacto en el Real Madrid y el Atlético por los gritos que se estaban produciendo en los estadios hacía Cristiano Ronaldo. ¿Cuál fue su reacción?

 

Ninguna por parte de ambos. 

¿Ha mejorado a lo largo de estos meses?

 

Apenas tenemos relación.

¿No teméis que al poner nombres en vuestro manifiesto, como el Guti o Cristiano Ronaldo -afirmando que se les obliga a demostrar una supuesta heterosexualidad u hombría-, os puedan acusar de poner en el disparadero la orientación sexual de ambos deportistas?

 

En ningún momento buscamos poner en el disparadero la orientación sexual de nadie. El problema es que todos vemos cómo les insultan (en el caso de Guti o Guardiola en pasado) y todos callan. Nosotros queremos mostrar nuestro apoyo a todas las víctimas de la homofobia, porque no solo los gais sufrimos homofobia, sino que los heterosexuales también pueden sufrirla y decir que la han sufrido no es afirmar que son gais, ni mucho menos.

Este manifiesto es la última de múltiples acciones que desde Arcópoli habéis realizado para visibilizar la homosexualidad en el fútbol. ¿Os ha apoyado algún club o jugador de primera división en vuestra tarea?

 

El Leganés está siendo muy colaborador. El Rayo Vallecano aunque ya no esté en Primera, también y fue el pionero que confió en nosotros para ponerse los cordones. Gracias al Rayo los demás equipos empezaron a ponérselos. Arcópoli tiene solo ámbito madrileño, por eso no incluyo los demás.

No sólo es fútbol. En vuestro manifiesto también denunciáis la “cultura de machos” que rodea otros deportes como el baloncesto, el rugby o el tenis. ¿La problemática es similar a la del fútbol en estos deportes?

 

Sí, lo dijo Gareth Thomas, ex capitán de Rugby: la cultura de machos en el peor sentido de la palabra hace que al homosexual se le vea con el prejuicio de “débil” y eso hace daño a la hora de salir del armario.

¿Existe aún más homofobia en el deporte base o en las categorías profesionales?

 

Es difícil evaluar. Me quedo con la frase que dijo Iniesta a Jesús Tomillero, el árbitro de juveniles que fue acosado de forma homófoba: ‘Si tú sufres todo esto, imagínate lo que dirían si fuera a nosotros’.

Olímpicos como el patinador Javier Rayo o el waterpolista Víctor Gutiérrez sí que han salido del armario. ¿Por qué consideráis que es tan importante que existan deportistas que reconozcan su homosexualidad?

 

Nosotros celebramos que los deportistas salgan del armario como una victoria deportiva, pero no buscamos sacar a nadie, sino que se produzca el contexto social para que se sientan cómodos para mostrar a su pareja como hace Sergio Ramos, Casillas o Piqué. Es importante que haya referentes porque tendrían un impacto brutal en las aficiones millonarias de visibilizar la homosexualidad y de educar en diversidad. Un deportista fuera del armario da mucha fuerza a quien está dentro, es un soplo de aire fresco en los armarios, es una señal de esperanza.

Como en el resto de la sociedad, ¿las mujeres deportistas aún lo tienen más difícil que los hombres para reconocer su homosexualidad?

 

Ya hemos hablado de la cultura de machos, realmente el deporte de mujeres está infravalorado y apenas se tiene en cuenta. Se sufre homofobia también por supuesto y a esto se suma el machismo imperante.