Cayetana Álvarez de Toledo (1974) ejerció como portavoz del grupo parlamentario del PP en el Congreso hasta que Pablo Casado la destituye del cargo y la sustituye por Cuca Gamarra, actual responsable de defender a la formación conservadora desde la tribuna. El ahora líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, le ofreció formar parte de la lista por Madrid de cara a las elecciones del 23J en vez de ir de número 1 por Barcelona, como hizo en 2019.

Álvarez de Toledo ha ido intercalando su actividad de política con la de conferenciante y autora de libros -el último Políticamente indeseable (2021, Ediciones B)-, lo que le ha llevado a aumentar considerablemente su montante económico. Así las cosas, según se desprende de su declaración de bienes y rentas -un documento público que los parlamentarios han de presentar ante la Cámara Baja y que ha podido comprobar ElPlural.com- la también periodista e historiadora ha percibido 188.364,89 euros brutos en concepto de “derechos de autor y conferencia”, una cantidad notoriamente superior a su salario como diputada, que se sitúa en 88.175,64 euros, según el portal de transparencia Newtral.

Dicho de otro modo, el dinero que gana como conferenciante y a partir de su autoría, casi triplica a los últimos números que se desprenden de su actividad como parlamentaria. Algo que no es ilegal, pero no deja de ser llamativo. Se trata de unos elevadísimos ingresos que han favorecido a que a fecha de 2022 haya podido hacerse con otro inmueble de pleno dominio en Madrid que se suma al que adquirió también al 100% en 2011, asimismo en la capital española; y uno que desde 1995 contempla al 50% en Argentina.

Para el último piso adquirido en la región madrileña pidió un crédito hipotecario de 630.000 euros de los que le restan por abonar 215.907,74, y una póliza de crédito de 700.000, de la que aún debe 472.687,62. Asimismo, Álvarez de Toledo expone que tiene más de 1,2 millones de euros en un fondo de inversión.

ElPlural.com se ha puesto en contacto con Álvarez de Toledo para conocer su postura, pero hasta el momento de publicación de esta noticia no se ha obtenido respuesta.

Algunas salidas de tono

Que la diputada siempre se ha caracterizado por decir las cosas tal cual las piensa no es ninguna sorpresa. De hecho, esto le costó, entre otras cosas y aunque después el denunciante terminara perdiendo el juicio, que el padre de Pablo Iglesias la demandara por llamarle “terrorista”. A este hecho, y dejando de un lado las opiniones, es cierto que Álvarez de Toledo ha tendido a generar revuelo con sus declaraciones y apreciaciones, también desde los medios de comunicación.

Así las cosas, ya en su paso por El Mundo y la cadena COPE se sumó a las teorías conspiranoicas sobre el atentado del 11M, pero las salidas de tono han sido un habitual en su trayectoria política a la hora de defender, por ejemplo, que la ley de violencia de género “es una aberración” (cita correspondiente a 2019) o, en la misma línea y seguro que recordado por todos, aquella afirmación en el debate de TVE del mismo año cuando, mirando a Irene Montero y refiriéndose al consentimiento afirmativo que reclamaba el PSOE, le preguntó: “Me parece fascinante ese punto de su programa que dice que garantizarán con el Código Penal que todo lo que no es sí, es no. ¿Un silencio es no? ¿Van ustedes diciendo sí, sí, sí, hasta el final?

Misma dureza con el ‘antiguo’ PP (y en su libro)

A lo mejor es un poco exagerado asumir que Álvarez de Toledo ha cobrado más por atacar a Rajoy que por afear la gestión socialista, ya que dentro de sus charlas y conferencias se ha referido a conceptos que, a su juicio, están mal en el nuevo Gobierno. Asimismo, desde la Cámara Baja atacaba, como no podía ser de otra manera, a las filas de la izquierda.

Pero es una realidad también que esa dureza con la que suele defender sus posturas cobra una relevancia especial dentro de su último libro, donde carga contra una parte del PP anterior a Feijóo, e incluso a Casado, quien tampoco sale bien parado.

Y es que Políticamente indeseable contiene ataques al expresidente más inmediato de la formación antes que el gallego, a quien califica de “bienqueda con miedos”, y al que fuera su mano derecha, Teodoro García Egea, a quien acusa de hacerle bullying. Pero el recorrido alcanza asimismo a Mariano Rajoy y a la número dos de éste, Soraya Sáenz de Santamaría. En dicho sentido, Álvarez de Toledo explica que no entiende “por qué el Gobierno -con mayoría absoluta además- no aprovechó el “enorme terreno que le estaba dejando la deriva del PSOE para promover una alternativa política y cultural ilustrada” y le afea un “miedo a la izquierda”, a su juicio “incomprensible”.

Para sustentar con hechos ese temor, la parlamentaria hace alusión a algunas escenas concretas, como el debate que mantuvo con el entones ministro de Justicia, Rafael Catalá, tras el cese de Ricardo González, el juez que discrepó de la sentencia condenatoria en el juicio de La Manada. Asimismo, y por destacar únicamente algún detalle más de su libro, en un capítulo del mismo revela la carta que dirigió a Rajoy en 2015.

En ella relata una conversación con Alfonso Nasarre, entonces director de Radio Nacional, en la que el periodista confiesa que “personas del Gobierno no quieren que comparezca en la radio y televisiones públicas”. La parlamentaria tachó de “censura” el comportamiento del expresidente, y así se lo hizo saber en la mencionada misiva, que no fue respondida por Rajoy en un acto que ella vincula a la “pasividad” del que fuera líder popular. “Marca del marianismo”, destacó.

En las más de 500 páginas que conforman el libro también acusa, entre otros aspectos, al expresidente de la formación de “pecar por acción en el combate mediático contra el populismo y el nacionalismo” y lamenta que Sáenz de Santamaría tuvo en su mano ser una “Ayuso avan la lettre, pero que no distó de una “Calvo cualquiera”.