1.207 días después, el Gobierno pone fin a la crisis sanitaria provocada por la crisis del Covid-19. “Tras tres años, podemos dar por finalizada la pandemia”. Así se ha pronunciado el ministro de Sanidad, José Miñones, en la rueda de prensa de un Consejo de Ministros que da por superada la emergencia del coronavirus con la supresión de la obligatoriedad de las mascarillas en farmacias y centros sanitarios, así como en residencias. No obstante, el titular del ramo ha remarcado que uso sigue siendo altamente recomendable en caso de “infección respiratoria”, amén del resto de medidas y hábitos que dejó la pandemia.

“Hoy damos un paso muy importante. Cerramos un episodio provocado por la pandemia. Salimos mucho más fuertes de esta crisis sanitaria”. Estas han sido las palabras del ministro de Sanidad, el tercero desde que arrancó la pandemia del coronavirus, que declara el final de la emergencia sanitaria y, con ella, el final de la obligatoriedad del uso de las mascarillas en farmacias, centros sanitarios y residencias. Las últimas restricciones que quedaban vigentes, después de que, el pasado mes de febrero, la cartera de Sanidad, bajo la tutela de Carolina Darias, decretara la eliminación de éstas en el transporte público, una de las últimas reminiscencias de la crisis del Covid-19.

Así las cosas, el Consejo de Ministros da por superada la emergencia sanitaria que tuvo al mundo en jaque en los primeros compases de 2020. Han sido 1.207 días desde que el coronavirus puso en peligro a los ciudadanos de todo el mundo, sin distinción alguna; y forzó a los diferentes gobiernos a afrontar una catástrofe sin manual por el que guiarse. En aquellos días, hace más de tres años, nació la obligatoriedad del uso de las mascarillas a la que hoy pone fin el Gobierno, cuya utilización era de imperativo en farmacias, centros sanitarios o residencias para la tercera edad.

No obstante, a pesar de su eliminación, el ministro de Sanidad, José Miñones, ha avanzado que el uso del tapabocas en estas ubicaciones mencionadas pasará a ser “recomendable” e incluso “altamente recomendable” en presencia de personas vulnerables y en caso de síntomas de infección respiratoria. Donde sí si mantendrá el uso imperativo de la mascarilla será en quirófanos y unidades de cuidados intensivos, amén de otras zonas hospitalarias con críticos e inmunodeprimidos.

Toda vez se publiquen estas nuevas medidas en el Boletín Oficial del Estado (BOE), las mascarillas pasarán a ser de uso recomendable en los supuestos anteriormente mencionados. De esta manera, desaparece del ordenamiento jurídico una norma de obligado cumplimiento en el ámbito sanitario y sociosanitario desde diciembre del 2020. Ya el pasado 23 de junio, el departamento que encabeza Miñones y los consejeros del ramo del resto de autonomías acordaron, en los márgenes del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), el respaldo al fin de la obligatoriedad de las mascarillas en términos totales.

Ya en febrero se dio un avance importante, con la supresión del uso obligatorio de la mascarilla en los transportes públicos ante la buena evolución epidemiológica de la incidencia del coronavirus, con un impacto cada vez más débil en la sociedad española. De este modo, se retiró el tapabocas de aviones, metros, trenes y autobuses, así como a ópticas, ortopedias y centros de audioprótesis.

Mensaje a los antivacunas

El ministro de Sanidad, tras declarar el final de la pandemia del coronavirus, ha hecho énfasis en las campañas de vacunación y en la predisposición y el compromiso de la ciudadanía española para combatir la enfermedad. Miñones ha lanzado un recado, en base a estos hechos, a “los antivacunas” que pululan por ciertas administraciones, remarcando la importancia de las vacunas en la recuperación de la normalidad. “Todos somos conscientes de la importancia que tienen estos mensajes”, ha aventurado el ministro del ramo, destacando que el “sistema de vacunación” fue todo un “éxito” y se puede comprobar en los datos recopilados por las diferentes instituciones.

“Es la evidencia, no solo científica sino real, de lo que hemos vivido a lo largo de estos tres años. Las dosis de recuerdo siguen siendo muy importantes. Tenemos que felicitarnos por el empeño de la ciudadanía, dado que en estos términos estamos alcanzando cotas cercanas al 90%”, ha remarcado el ministro de Sanidad, quien al tiempo ha avanzado que en torno a los meses de octubre y noviembre, el Ejecutivo pondrá en marca una campaña para suministrarse las “dosis de recuerdo”. “Las vacunas salvan vidas y eso es algo irrenunciable”, ha remarcado.