El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tirado de una metáfora para defenderse de los cuchillos arrojadizos del Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo. En los primeros compases de su alocución en el Debate sobre el Estado de la Nación, el jefe del Ejecutivo ha aludido al “gran reto” que supone la inflación para los españoles, situando a la ciudadanía en la diatriba de elegir entre el “diagnóstico del curandero”, personificado en los conservadores, o el del médico especialista que representa la Administración.

Así las cosas, Sánchez ha repelido las constantes críticas de la oposición en lo relativo a la responsabilidad de la inflación. El jefe del Ejecutivo ha censurado que se cuelgue al Gobierno la titularidad del alza de precios por una cuestión de “prejuicios ideológicos” a través de determinados “poderes mediáticos”.

Según ha señalado al inicio del Debate sobre el estado de la Nación que tiene lugar en el Congreso de los Diputados, es "importante" conocer "las causas del diagnóstico" de la inflación y ha trazado una línea entre las explicaciones de los "curanderos" y las de los "médicos especialistas".

"El curandero no pretende curar, quiere beneficiarse", ha indicado, antes de aludir a la subida del SMI o el fomento de las energías renovables como causas que esgrimen estas personas, que aseguran que con otro Ejecutivo la inflación no se habría elevado.

En esta línea ha apuntado a que estas razones "reafirman prejuicios ideológicos" y están sustentadas gracias a "potentes altavoces mediáticos contra el Gobierno".

En cambio, el "diagnóstico" de los médicos especialistas atribuye la inflación, que en julio se ubica en España en el 10,2 % -su nivel más alto desde 1985-, a la invasión rusa de Ucrania y a la pandemia de Covid-19, ha explicado Sánchez.