Ante los acontecimientos más recientes como han sido la Guerra de Ucrania, el aumento de precios de los productos alimenticios de primera necesidad y, recientemente, el incremento del coste de los carburantes, ha surgido una vez más el debate sobre los impuestos, con numerosas posturas contrapuestas entre los diferentes partidos políticos.

Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, ha señalado en rueda de prensa que “apoyará el plan de Sánchez para reducir el impacto de la guerra con la condición de que baje los impuestos”. Las Nuevas Generaciones del Partido Popular se han hecho eco de las declaraciones del presidente gallego y las han compartido, añadiendo que “las bajadas de impuestos suponen modelos económicos de éxito” y que si Sánchez decide llevar a cabo las medidas que le solicitan desde la formación azul, le apoyarán.  

 

Una respuesta sin palabras

Sin embargo, la última palabra la han tenido las Juventudes Socialistas de España, el homólogo de las NNGG en el Partido Socialista. Los jóvenes del PSOE han respondido con contundencia y sin una sola palabra a las declaraciones contra los impuestos de sus rivales, añadiendo una foto del destrozo que sufrió el pasado lunes la estación de Metro de Portazgo, cuyo techo se derrumbó por el deterioro y la mala conservación, y que fue objeto de indignación ante la falta de inversión a la que está sometido el servicio suburbano de transporte de la Comunidad de Madrid.

 

El mensaje que han intentado dar desde las Juventudes Socialistas es claro: por una parte, alinearse y defender las intenciones de Pedro Sánchez y del propio partido acerca de la política fiscal y, por otra, señalar que las bajadas de impuestos suponen el deterioro de los servicios públicos, tanto en su calidad como en su eficiencia y mantenimiento.