Este lunes, se ha llevado a cabo el juicio contra O.M.H., exgerente de Bodegas Altanza, en Logroño. El acusado, marido de la diputada autonómica del Partido Popular en La Rioja, Mar Cotelo, ha aceptado una pena de seis meses de cárcel tras reconocer los delitos de estafa, apropiación indebida y falsedad documental, tal y como adelanta ‘Rioja2’. El caso también involucraba a J.M.L., otro consejero de la bodega. Finalmente, ambos imputados han llegado a un acuerdo con la Fiscalía, que ha aplicado atenuantes por dilaciones indebidas y reparación del daño, lo que ha resultado en penas mucho menores de lo inicialmente solicitado.

El acuerdo alcanzado en el juicio ha permitido que las penas de prisión quedaran suspendidas, sustituibles por una multa diaria de seis euros durante 18 meses, lo que supone un total de 3.240 euros. O.M.H. ha sido condenado a tres meses de prisión y tres meses de multa por estafa, y otros tres meses de prisión y multa por falsedad documental. En total, la Fiscalía solicitaba 16 años y medio de prisión para ambos acusados. Sin embargo, la devolución del dinero sustraído por parte de los acusados permitió que Bodegas Altanza se retirara del procedimiento.

Un escándalo con ramificaciones políticas

Este caso ha adquirido una mayor relevancia pública debido a la relación de O.M.H. con Mar Cotelo, diputada autonómica y senadora del PP en La Rioja. Cotelo ha sido, además, jefa de gabinete de Cuca Gamarra, actual secretaria general del Partido Popular. Al ser consultada por ‘Rioja2’ sobre el proceso judicial que implica a su marido, Cotelo evitó realizar declaraciones, asegurando que “se están mezclando cosas que no tienen nada que ver”. Asimismo, ElPlural.com se ha puesto también en contacto tanto con el Partido Popular como con el entorno de Cotelo para saber su versión de los hechos. Sin embargo, en el momento que se están redactando estas líneas no se ha recibido respuesta alguna por ninguna de las dos partes.

Por otra parte, volviendo al escrito, el Ministerio Fiscal detalla cómo O.M.H. y J.M.L. aprovecharon sus cargos en la bodega para obtener beneficios injustificados. Entre las acciones que se les imputan está el incremento desproporcionado del salario de J.M.L., cuyo sueldo aumentó un 44% en enero de 2012 y un 59% en febrero del mismo año, sin informar al Consejo de Administración, pese a las pérdidas de 105.000 euros que la empresa registró en 2011.

Además de estas irregularidades salariales, se acusa a O.M.H. de realizar un escrito en 2012 que reconocía una deuda a su favor de más de 1.375.000 euros por gratificaciones anuales pendientes, cifra que no se encontraba justificada en la contabilidad de la empresa. El Ministerio Fiscal también menciona que O.M.H. tenía participaciones mayoritarias en dos sociedades a las que vendió vino desde Bodegas Altanza, sin asegurar las ventas de acuerdo con las normas establecidas, lo que generó impagos tras su despido en 2013.

Otro de los hechos más graves fue el manejo indebido de dinero en efectivo. Tras un robo en 2006, O.M.H. decidió guardar en su casa gran parte del dinero de la empresa, dejando solo 52.000 euros en la caja fuerte. Después de su despido, se negó a devolver 75.220 euros que tenía en su poder, una suma que Bodegas Altanza reclamó sin éxito.

Mar Cotelo, de nuevo en el centro de la polémica

Este caso no es el primer momento en que Mar Cotelo, esposa del acusado, O.M.H., acapara la atención mediática. Hace menos de un año, la diputada autonómica y senadora del PP en La Rioja fue noticia por un polémico discurso en el Parlamento regional, donde hizo unas declaraciones que desde el Partido Socialista se interpretaron como amenazas veladas a los diputados de la oposición. Durante una comparecencia de la consejera de Economía, Innovación, Empresa y Trabajo Autónomo, Cotelo aprovechó su intervención para criticar duramente al PSOE e Izquierda Unida, refiriéndose a la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

Cotelo lanzó un mensaje controvertido, afirmando que “el señor Sánchez, cuando acabe esto, seguramente se marchará a una institución europea, pero ustedes van a tener que salir todos los días de casa, a trabajar, a comprar el pan, a tomar un café...”, en clara referencia a los diputados socialistas. Estas palabras provocaron una fuerte reacción desde el PSOE de La Rioja, que denunció públicamente lo que consideraron una amenaza hacia sus parlamentarios, avivando la tensión política en un momento delicado para la política regional y nacional.

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