La reunión celebrada en la primera quincena de agosto entre PP y Junts parece que va a pasar factura a los de Alberto Núñez Feijóo. Esto es, al menos, lo que temen en las filas populares. Y es que, según cuenta este viernes el diario El Mundo, algunos presidentes autonómicos han mostrado su descontento por el encuentro que tuvo lugar en verano entre la formación de Génova y la de Carles Puigdemont.

Además de reconocer “todo” lo que se cuenta sobre las reuniones, consideran un “error” haber mantenido los encuentros con el partido soberanista y señalan nombres propios, como el de Esteban González Pons, Vicesecretario de acción institucional del PP, y el de Elías Bendodo, ahora vicesecretario general de Política Autonómica y Municipal del partido. “Ellos ahora van a usar esas reuniones. Ahora los de Junts van diciendo que tienen "pillados" a Pons y a Bendodo por el contenido de las reuniones que tuvieron”, dicen exactamente desde Cataluña, según las declaraciones aportadas por el medio mencionado.

Así las cosas, el PP tiene miedo de que los contactos que han mantenido con el independentismo puedan repercutir electoralmente, máxime teniendo en cuenta las continuas críticas por parte de los populares al PSOE por reunirse con Puigdemont, cuando ellos, aunque lo nieguen, han hecho lo propio con personas de la órbita de los catalanes. Así lo revelan algunos barones, que hablan de “contradicción”, “chantaje continuo” o “torpeza”.

Entretanto, desde Génova inciden en quitar hierro al asunto y en reducir a un “café” entre concejales el encuentro. Asimismo, insisten en que Feijóo no llegó al Gobierno porque no quiso aceptar las reivindicaciones de Junts.

El mediador, un asesor de Feijóo

A la reunión en Barcelona que ha ocupado la prensa durante toda la semana acudieron Daniel Sirera, concejal del PP en la Ciudad Condal, Albert Batet y Josep Rius, rostros de importancia en Junts cercanas al entorno de Puigdemont.

Entre todas las figuras destaca la de Xavier Domínguez, encargado de dirigir el encuentro y que en su momento fue asesor del partido.

Además de trabajar en la campaña electoral del gallego, también fue contratado por el equipo de Xavier García Albiol de cara a las elecciones municipales del 28 de mayo, en las que el PP logró un gran resultado. Domínguez operó asimismo para otros partidos de diferente color político, como el PSC, asesorando en su caso a la socialista Nuria Parlon en Santa Coloma de Gramenet, donde los socialistas, en su caso, también ganaron.

Junts expone que fue el PP y, en concreto, esta persona -colaboradora también de Todo es Mentira-, la que quiso celebrar el encuentro, y sostiene que “quedó claro que no formaríamos parte de ningún pacto en el que estuviera incluida la extrema derecha”.

Se veía “diariamente” con Bendodo

Además, Domínguez se “reportaba diariamente con el coordinador general de campaña, Elías Bendodo”, según ABC de cara a los comicios generales del 23 de julio. Mientras, su equipo señala que no era una persona fija, sino que se trata de una contratación como asesor externo “como se hace en muchos otros partidos”.

Por su parte, el portavoz del PP, Miguel Tellado, ha defendido en los últimos días que al tratarse de un “café entre concejales de un ayuntamiento”, no llamaron a Génova porque no tenían obligación alguna.

Reunión de Pons

No es el primer encuentro que el PP mantiene con Junts, en aras de las negociaciones para la investidura de Feijóo, aunque desde la formación conservadora siempre niegan que el objetivo fuera éste. De ahí que entre los populares también haya malestar hacia Pons, ya que el vicesecretario de acción institucional se reunió en casa de un empresario en Pedralbes con Jordi Turull, secretario general de Junts.

En declaraciones remitidas a ElPlural.com sostienen que "nadie ha hablado de manera formal" con la formación catalana, y "menos aún desde la Mesa". "Esa vía se acabó. No ha habido interlocución antes de la Mesa", zanjaban entonces frente a lo que tachaban de "cotilleos",  "rumores" o "elucubraciones".

Enmienda a la amnistía

Las reuniones se enmarcan en el plano de la presentación por parte del PP de su texto alternativo a la ley de amnistía, tampoco menos polémico debido al punto que contempla la disolución de partidos que impulsen un referéndum de autodeterminación.

Desde la izquierda critican la propuesta por estar cerca de Vox, mientras que la formación ultraderechista la considera demasiado blanda. El PP defiende que la “responsabilidad penal” de los partidos es algo que ya estaba contemplado en el Código Penal.