echando por tierra la intención del Ayuntamiento de Madrid, que preside Ana Botella, de cargar toda la responsabilidad del ineficiente control policial la noche de la tragedia del Madrid Arena a la Delegación del Gobierno, dirigida por Cristina Cifuentes, añade un nuevo capítulo a la guerra interna en el PP por el poder en Madrid, que desemboca de manera natural en la pelea, cada vez más recrudecida, entre el sector de Mariano Rajoy y el de José María Aznar.

El informe de la Abogacía
La Abogacía del Estado concluía en su escrito que “no se atribuye a la Delegación del Gobierno ninguna competencia para ejercer funciones inspectoras para garantizar el cumplimiento de las normas reguladoras de los establecimientos y locales” como es el caso del Madrid Arena, que depende únicamente del Ayuntamiento de Madrid.

La Abogacía del Estado culpaba al titular del inmueble, el Ayuntamiento de Madrid, y “a los organizadores de los espectáculos” como “responsables solidarios” del desarrollo de la actividad del control de acceso del evento.

Cifuentes, ¿sucesora de Botella?
De esta manera, el abogado del Estado echaba por tierra la estrategia de la exconcejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Fátima Núñez, quien en un intento de eludir su responsabilidad, apuntó directamente hacia el Samur y la Policía Nacional, dependientes de la Delegación de Gobierno que dirige Cristina Cifuentes, quien es, por cierto, una de los nombres que se barajan para suceder a Ana Botella en el Gobierno de la capital.

Los dos bloques enfrentados
Desde la Delegación del Gobierno se manifestó "sorpresa" ante las declaraciones de la exdelegada de Seguridad y se criticó el “absoluto desconocimiento” de las competencias que tienen los distintos cuerpos de Policía por parte de la exresponsable del Ayuntamiento de Madrid.

La pelota de la responsabilidad va de un lado a otro y en el fondo, ajenos a lo que realmente debiera importar, la tragedia del Madrid Arena, se mueven intereses políticos: la sucesión de la Alcaldía de Madrid y de la Comunidad. De un lado, los de Aznar y Aguirre: Ana Botella e Ignacio González, y del lado de Rajoy, Cristina Cifuentes.

Las declaraciones de Cifuentes no aclaran nada
La delegada del Gobierno ha sabido dejar su apuesta por la Alcaldía de Madrid en un interrogante sin respuesta. En unos Desayunos organizados por Europa Press, en los que estuvieron como invitados Aguirre y Botella, Cifuentes respondió sobre sus aspiraciones políticas que “ a estas preguntas uno no sabe nunca cómo contestar, porque si responde, mal, y si no responde, peor” y a continuación añadió que no se plantea “absolutamente nada más ni ninguna otra cosa que no sea acabar la legislatura de en la Delegación del Gobierno”. Pero, ¿y después?

Unos días después, en una entrevista en Los Desayunos de TVE la delegada del Gobierno en Madrid matizó que no quiere ser “la sucesora de Ana Botella” y que el debate de los candidatos en Madrid es "un melón que no está abierto y no se debe de abrir", ya que abrir "esa polémica no beneficia a nadie". Eso sí, no dejó de hacer la salvedad de que "uno en la vida no puede descartar nada".

La batalla por el poder en marcha, aunque aún "no toque"
No es un secreto que Cifuentes es de las afines a La Moncloa en la guerra interna entre los sectores Aznar/Aguirre y Rajoy, cada vez más recrudecida, como se ha visto en la reciente entrevista del expresidente en Antena 3. Las aspiraciones de Aguirre sobre la Alcaldía de Madrid son todavía una incógnita, pero muchos ven su candidatura muy probable en un intento del PP madrileño por no perder la capital y la Comunidad. Quien ya sí ha dicho que quiere conservar su puesto es Ignacio González, que en una entrevista en la COPE, hace unos días, afirmó que quiere ser “el candidato”. La batalla  en el PP por el poder en Madrid ya se ha puesto en marcha por más que los implicados digan una y otra vez que “aún no toca” ese debate.