Diego Torres, el socio de Iñaki Urdangarin, hizo llegar este martes al juez una nueva serie de correos electrónicos. Esta vez era la bomba que llevaba anunciando meses. Son los correos de los que se puede deducir que Cristina no era ajena a las corruptelas de Nóos, el instituto que la infanta, según Urdangarín, se limitaba a presidir de manera formal, sin implicación ni participación real en los negocios que llevaba a cabo. El contenido de estos correos son los que han llevado al juez a dar el paso e implicar a la hija del rey.

La infanta Cristina ha sido imputada hoy en el caso Nóos por el juez instructor, José Castro, que la ha citado a declarar en Palma el próximo sábado 27 de abril. Foto EFE



Un correo para la infanta, otro para los reyes...
El diario 'El País', que ha publicado la noticia, dice que entre esos correos ahora revelados, figura uno de fecha 20 de febrero de 2003. En él se lee este texto: "Aprovecho que estás conectada para enviarte una comunicación de Nóos que tengo pensado enviar. Hay dos versiones. Clientes, colaboradores y amigos. Léelo y dime que piensas please…Ciao”.

Pero este nuevo paquete de correos que ha entregado Diego Torres van más allá de la implicación de la propia Cristina. Al parecer, un día después de enviar esta consulta a la infanta, Urdangarin envió una cadena de correos a un grupo de personas en los que les desvelaba la política de comunicación del Instituto Nóos con sus clientes. En ese listado de personas a las que Urdangarín pedía consejo por sus negocios estan el rey, la reina y Carlos García Revenga, secretario de la infantas.

El secretario de la infanta, consultor
Entre los correos hay, en especial, otros muchos dirigidos por Urdangarin a García Revenga, ya imputado en la causa. En alguno de ellos, también de 2003, al parecer, el exduque de Palma le preguntaba, por ejemplo, sobre la "evaluación de riesgos que pueden afectar a eventos extraordinarios a celebrar en las Islas Baleares". En los dos años siguientes, 2004 y 2005, Nóos organizó actos de promoción del archipiélago con deportistas de élite, por los que recibió 1,2 millones de euros por cada uno de ellos.

Este paquete de correos es el último de los que ha entregado Diego Torres al juez José Castro y en los que, de manera cada vez más profundamente, va implicando a miembros de la casa Real en 'el caso Nóos'.