Bajo la atenta mirada de Felipe VI, el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, ha defendido a capa y espada la “independencia judicial” frente a lo que entiende como injerencias de organismos públicos. El magistrado ha explicado su posicionamiento sobre los cimientos de los indultos a los líderes independentistas, arguyendo que el Gobierno justificó su concesión en base a un supuesto “resentimiento” de la Justicia española.

Carlos Lesmes recogía el testigo de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, para ejercer de escudero de sus compañeros. El presidente del bloqueado Poder Judicial, ha reivindicado, a lo largo de su intervención, la “independencia judicial” de todos los magistrados, sujetando su argumentario sobre una encuesta de Metroscopia.

Entre la reivindicación, Lesmes ha colado un dardo con dirección a Moncloa. El presidente de los jueces y del Tribunal Supremo ha aprovechado para resucitar el ‘lejano’ asunto de los indultos a los líderes independentistas para denunciar lo que considera una injerencia política en el desarrollo de la Justicia.

Lesmes ha advertido de que el Gobierno, para justificar la concesión de la medida de gracia a los líderes del procés, contrapuso “la concordia frente al resentimiento como si la acción de la Justicia al aplicar la ley a la que todos nos debemos fuese un obstáculo para la convivencia” e incluso “obedeciera a razones distintas” a las previstas en la normativa.

La concordia frente al resentimiento como si la acción de la Justicia al aplicar la ley a la que todos nos debemos fuese un obstáculo para la convivencia

En su defensa del Poder Judicial, Lesmes ha hecho hincapié en que la función principal de los jueces y magistrados no es otra que juzgar, “con total independencia de influencias externas o internas, políticas o de cualquier índole”. Cree que “desde algunas instancias políticas”, cuando las decisiones judiciales “se contraponen a sus designios, dificultan sus estrategias , simplemente, no son de su agrado”.

De este modo, defiende que la labor de la Justicia no se sustenta sobre la “idea de revancha” o el sentimiento de “rencor”. “Juzgar es dar a cada uno lo suyo de acuerdo con unas leyes que han sido democráticamente aprobadas y que, por tanto, expresan la voluntad de la mayoría”, ha advertido el presidente del Poder Judicial. Lesmes ha agregado que, en ningún caso, la Justicia es un “obstáculo para la paz”. “No lo es y no lo ha sido nunca. Es un instrumento fundamental para salvaguardar el orden jurídico y, por ende, la convivencia pacífica entre los ciudadanos”, ha zanjado.