La Duquesa de Alba era una mujer afortunada. No sólo era una de las mujeres más ricas de España, sino que la declaración de la renta le salía a devolver. Y no poco. En concreto, su último trámite con Hacienda le reportó 960 euros. Y todo gracias a un enrevesado entramado de ingeniería fiscal que le permitía ocultar el dinero que tenía en sus cuentas y su inmenso patrimonio.

Así lo desvela la revista Interviú, que ha tenido acceso al informe que la Agencia Tributaria ha enviado al juez que investiga las cuentas de la duquesa, pero que tras un gran retraso llegó al magistrado el día después de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva falleciera, con lo que cualquier responsabilidad penal habría expirado.

La trama de Gao Ping
La lupa se puso sobre la duquesa al encontrarse documentos que apuntaban a ella en los ordenadores de la trama de Gao Ping, la red china de blanqueo de dinero que desmontó la Operación Dragón. En dicha documentación se descubrió que la duquesa había transferido 250.000 euros a una cuenta china usada para blanquear fondos; y lo hizo desde una cuenta en Suiza.

Dinero oculto con deudas
Es una de las cuentas que escaparon al control de Hacienda, porque en su última declaración, la duquesa aseguraba que apenas tenía 60.000 euros en sus cuentas bancarias. Lo cierto es que tenía casi cinco millones repartidos en 25 cuentas, pero a su vez tenía varias cuentas con deudas por la misma cantidad, lo que provocaba que el reflejo de su patrimonio fuera de casi 0 euros.

Préstamos a sí misma
Aunque las deudas de Cayetana tampoco son de fiar, porque entre las irregularidades detectadas por Hacienda se ha descubierto que la duquesa se hacía préstamos a sí misma desde sus propias empresas.

Cayetana la rentista
Además, Cayetana estaba acogida en Hacienda al régimen de rentistas, por lo que sus propiedades, valoradas en más de 22 millones de euros, eran consideradas herramientas de su trabajo para cobrar alquileres. Un negocio que, según su declaración, le iba bastante mal, ya que apenas conseguía ganar 2 millones de euros que siempre conseguía justificar presentando gastos por idéntico valor.

Bienes anteriores a 1994
Otra de las estratagemas usadas por Cayetana era la de acogerse a un corrección fiscal que para bienes adquiridos antes de 1994. Así, la duquesa, el mismo año que donó su herencia en vida, vendió bienes, acciones y terrenos por valor de 40 millones, pero alegó que habían sido comprados antes de 1994, por lo que sólo pagó impuestos como si hubiera ganado 5,7 millones. Es decir, 1,2 millones, el 3% de lo que ganó ese año.