Un juez de Barcelona ha imputado a Pablo Casado, exlíder del Partido Popular, por delito de injurias por los bulos que lanzó sobre la escuela catalana y el empleo del catalán a finales del pasado año. Así lo ha avanzado el diario Ara, asegurando que el juez ha citado como investigado a Casado para el próximo 30 de enero.

El exlíder del PP está siendo investigado por un posible delito de injurias, y no se descarta el de calumnias y otro de odio o discriminación, por sus polémicas declaraciones en diciembre de 2021 sobre el catalán en las aulas, que terminó por arremeter contra los propios profesores. Esto sucede después de que la Generalitat de Cataluña presentara una querella contra Casado y ésta se admitiera a trámite.

Los hechos en cuestión se remontan a diciembre de 2021, cuando la lengua catalana volvía por enésima vez a las bocas de la derecha española para cargar contra el modelo de inversión lingüística catalán. Fue concretamente después de que una familia de Canet lograra que la justicia obligara a un centro a introducir más clases en castellano. En este contexto, Pablo Casado aseguraba: “¿Se puede tolerar que haya profesores con instrucciones de que no dejen ir al baño a niños porque hablan en castellano?”. Además, añadió que había niños a los que por hablar castellano en el patio les ponían “piedras en la mochila”.

Los bulos de Casado al respecto no se quedaron ahí, ya que también aseguró que “a los hijos de los policías nacionales y guardias civiles se les señala en clase y se dice que no pueden estar integrados”, en referencia al caso de Sant Andreu de la Barca que fue archivado.

Ahora, el juez no solamente cita a Pablo Casado a declarar por videoconferencia, sino que también requiere al Partido Popular que aporte la grabación completa de la rueda de prensa en la que se hicieron las declaraciones y la relación de medios de comunicación que asistieron.

La querella de la Generalitat

Tras semejantes declaraciones, la Generalitat de Cataluña consideró que en dichas palabras “se constata claramente la incitación a la hostilidad contra la población de Cataluña por tener una lengua propia oficial, el catalán, constitucionalmente reconocida, y que convive con la lengua castellana”.

Asimismo, en el escrito se manifiesta que el discurso del exlíder del PP “manifiesta un claro afán discriminatorio y denigrante, dirigida contra una parte de la población, por motivos culturales o idiomáticos, con capacidad suficiente para incitar al odio contra ellas, o lesionar su dignidad”.