El rey emérito vuelve a celebrar su cumpleaños lejos de su familia y de España. Lo hace por tercer año consecutivo en Abu Dabi, donde ha fijado su residencia después de que empezasen a conocerse escándalos sobre sus finanzas y líos amorosos extramatrimoniales.

Este 5 de enero, Juan Carlos I cumple 85 años. 85 años cargados de polémicas y escándalos, sobre todo relacionados con su vida amorosa y sus finanzas. Todo ello ha afectado notablemente a su imagen pública, y en el seno de la familia real, en la que su hijo, el rey Felipe VI, ha renegado de él.

Fue este año cuando por primera vez regresó a España desde que se marchó en agosto de 2020. Lo hizo para participar con la tripulación del Bribón en alguna de las regatas del trofeo InterRías de Sanxenxo que se celebró en mayo de 2022. La expectación generada desde el momento en el que despegó en Emiratos Árabes Unidos el avión privado en el que viajó provocó un gran malestar en el seno del Gobierno y de la Casa Real, así como su actitud durante su estancia en Galicia.

Después de varios días por las tierras gallegas, el emérito se reunió brevemente con Felipe VI y habría sido en esta reunión en la que el rey le habría advertido a su padre que no puede volver a repetir semejante show. Puede que fuese esto lo que llevara a Juan Carlos I a desistir de sus intenciones de regresar a España un mes después, en junio, para asistir a las regatas del campeonato del mundo de vela Xacobeo 6mR Worlds.

Vida en Abu Dabi desde 2020

Aunque Juan Carlos I abandonó España para esquivar la proliferación de información que apuntaba a sus escándalos, su vida en Abu Dabi no escatima en lujos. El marido de la reina Sofía, con quien se dejó ver en el funeral de Isabel II, protagoniza una vida de lujo en una isla paradisíaca llamada Nurai, una pequeña extensión de tierra apenas un kilómetro cuadrado en Abu Dabi.

El exmonarca vive en una de las once exclusivas villas que hay en el resort ubicado en la parte oeste de la isla, valoradas cada una de ellas en más de once millones de euros. En esta villa, Juan Carlos dispone de 1.050 metros cuadrados construidos y 4.150 de parcela, y cuenta con amplios y luminosos salones, zona de billar, futbolín y sala de cine, entre otro tipo de comodidades.

La casa está dividida en dos plantas, cuenta con seis dormitorios -todos orientados al mar-, siete cuartos de baño, una gran piscina y zonas verdes por las que se puede mover en coche de golf. El cuarto principal tiene un gran salón y una terraza para acceder directamente a la playa, mientras que los siete baños tienen bañeras de diseño y vistas también al mar.

Otros escándalos que han manchado la imagen de Juan Carlos I

Son muchos y variados los escándalos que ha protagonizado el rey emérito a lo largo de sus 85 años. Su imagen comenzó a caer tras trascender su cacería de elefantes en Botsuana mientras España atravesaba la crisis financiera. En 2012, el emérito fracturó una cadera por un tropiezo mientras practicaba caza de elefantes. “Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a suceder”, pronunció para intentar paliar el gran revuelo que se generó entre la sociedad.

La vida amorosa fuera del matrimonio es otra cuestión que ha empañado su nombre. Corinna Larssen no es la única mujer que ha pasado por la vida de Juan Carlos I además de la reina Sofía. Se ha hablado mucho de este tema en los últimos años y han sido muchas las informaciones sobre las numerosas infidelidades que habría cometido el emérito. En un libro de Amadeo Martínez se ha asegurado que el exmonarca es el hombre de las 5.000 amantes, entre las que se encontrarían Sara Montiel, Corinna o Bárbara Rey.

Causas judiciales y escándalos de corrupción

Son muchos los escándalos de corrupción que rondan a Juan Carlos I. Desde el proyecto de AVE a La Meca, pasando por las tarjetas black, la yegua de Victoria Federica, los millones en Jersey, la cacería de cabras salvajes, la cuenta oculta en Andorra y la venta de armas. En este enlace se detallan las causas judiciales que rodean al emérito pese a su huida a Emiratos Árabes.

La pérdida de la inviolabilidad ante delitos penales y civiles en 2014, tras su abdicación, no supuso un freno a la impunidad a Juan Carlos I. Así, pagó por vuelos y bonos a través de la sociedad instrumental Zagatka más de siete millones de euros.

El emérito ocultó 7,9 millones de euros en una cuenta en Suiza hasta agosto de 2018 tras la pantalla de la Fundación Zagatka, una sociedad instrumental a nombre del primo del monarca, Álvaro de Orleans-Borbón.

Además, La Fiscalía Anticorrupción está investigando el gasto de varias tarjetas de crédito utilizadas por el rey Juan Carlos I, la reina Sofía y varios familiares, como las infantas Elena y Cristina y sus nietos Froilán y Victoria Federica. Se tratan de tarjetas vinculadas a cuentas de las que ninguno de ellos son titulares y cuyo origen de los fondos es incierto.

Para intentar parar el caso de estas tarjetas opacas, el emérito devolvió parte del dinero después de que uno de sus presuntos testaferros, el coronel del Ejército del Aire Nicolás Murga, ya retirado y titular de esa cuenta de Ibercaja, declarara ante la Fiscalía.