El Partido Popular en la Comunidad de Madrid y en la ciudad de Madrid no vive sus mejores momentos. Primero salió el escándalo de las comisiones en los contratos de compra de material sanitario en los peores momentos de la pandemia por parte del hermano de Isabel Díaz Ayuso y ahora ha salido a la luz la trama de los contratos de mascarillas en los que se obtuvieron comisiones millonarias y que la Fiscalía Anticorrupción se ha querellado contra los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño como responsables de trama. Todo ello lo ha valorado el diputado del PSC José Zaragoza, haciendo un irónico comentario en redes sociales.

Zaragoza ha relacionado las comisiones que recibió el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid con el pelotazo de seis millones de euros en el consistorio madrileño. “Vaya cabreo que debe llevar Tomás Díaz Ayuso al enterarse que gracias a un primo de Almeida unos aristócratas han dado un pelotazo de 6 millones de euros y el que es hermano de Ayuso solo 300.000”, ha escrito en Twitter.

En otro comentario en la red social también ha reaccionado a las declaraciones del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, asegurando que el no sabía que ese dinero acabó donde acabó y descargando toda la responsabilidad en los técnicos del ayuntamiento. “Todos menos Almeida sabían donde acabaría el dinero público. Lo sabía el primo. Lo sabía el aristócrata. Lo sabía el timador. En sus bolsillos, dinero público para sus vicios privados”, ha comentado.

El botín de los comisionistas

La Fiscalía Anticorrupción ha presentado una querella en los juzgados contra los empresarios Luis Medina, hijo del duque de Feria y de Naty Abascal, y Alberto Luceño Cerón, por presuntamente cobrar comisiones millonarias al "inflar" el precio de la compra de material sanitario para la pandemia tras firmar tres contratos con la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, tras aprovecharse uno de ellos de la amistad con un familiar del alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida. Según la Fiscalía, ambos empresarios habrían cometido los delitos de estafa agravada; falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales.

Con el dinero, según la Fiscalía, se embolsaron a costa del erario público, pudieron comprarse bienes de lujo. En concreto, Luis Medina gastó casi todo el dinero que había cobrado de comisión en un yate. Así, compró un Eagle 44 al que bautizó como “Feria” -como el ducado de su padre-, con más de 13 metros de eslora desde proa hasta popa y que fue inscrita en el registro de yates de Gibraltar a nombre de una sociedad gibraltareña a nombre de Rafael Medina Abascal, hermano del susodicho y actual duque de Feria. La revista '¡HOLA!' explicaba hace justo un año cómo se había desplazado a la lujosa urbanización de Sotogrande para entrenar de cara a “las próximas regatas”.

La cosa no se queda ahí. Luis Medina Abascal aprovechó ese dinero para comprar dos bonos a razón de 200.000 euros cada uno: un 'Phoenix MSCI World' y un 'Global Dividend 10-50'.

Sin embargo, Alberto Luceño Cerón prefirió tener los pies en la tierra y, dado que cobró más dinero e incluso ocultó parte de sus comisiones a su socio, gastó 3.272.548,01 euros de los más de cinco millones de dólares que cobró en comisiones.

Además, se gastó 60.000 euros por estar cinco noches en un hotel de Marbella donde los investigadores no especifican si pagó más de 10.000 euros por cada noche o si pagó varias habitaciones para más personas y con más servicios además de la estancia, tres relojes Rolex por un total de 42.450 euros, una docena de coches por un total de dos millones de euros y el broche de oro: una casa en Pozuelo de Alarcón (Madrid) por un total de 1.107.400 euros.