Nuevo día en la actualidad política y nuevo terremoto. El anuncio de Pablo Iglesias de abandonar el Gobierno de coalición para enfrentarse a Isabel Díaz Ayuso en las elecciones del 4 de mayo de la Comunidad de Madrid no solo ha removido la política madrileña, también supone un cambio en el Consejo de Ministros cuyo principal factor será la entrada de Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, como vicepresidenta del Gobierno.

Al menos esa es la propuesta de Pablo Iglesias, para cumplir el pacto de coalición que brinda una de las cuatro vicepresidencias a Unidas Podemos. Con su marcha, Iglesias ha señalado a la que ya aparecía como su sucesora, y quiere que Yolanda Díaz sea la vicepresidenta morada en el Gobierno, pero manteniendo su cartera de Trabajo. Y, más aún, apunta a la política gallega como su sucesora al frente de Unidas Podemos. Algo que ha subrayado cuando le ha calificado como “la mejor ministra de Trabajo de la historia de nuestro país” y ha añadido: “Creo que digo algo que sienten millones de personas de izquierdas en España si digo que Yolanda Díaz puede ser la próxima presidenta del Gobierno de España”. 

A cambio, la cartera de Derechos Sociales de Iglesias la heredaría Ione Belarra, actual secretaria de Estado de Agenda 2030, que se ha perfilado como uno de los principales azotes a los ministros socialistas de la coalición, con ataques en privado y en público que en muchas ocasiones han tenido a la ministra de Defensa, Margarita Robles, como objetivo. Ahora tendrán que compartir el Consejo de Ministros, pero Belarra será ministra, sin la categoría de vicepresidenta que se queda Yolanda Díaz. Quienes no verían cambiar su situación serían Irene Montero, que seguiría como ministra de Igualdad, Manuel Castells, ministro de Universidades y Alberto Garzón como ministro de Consumo.