La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en vísperas del acto solemne de apertura del año judicial, ha cargado contra el líder del PP, Pablo Casado, por “boicotear” y “reventar” los puentes constitucionales al no desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Rodríguez, desde los micrófonos de Radio Nacional (RNE), ha acusado a Pablo Casado de su “única estrategia” es romper “todos los puentes constitucionales” que han unido a los españoles “en democracia”. El Poder Judicial sigue bloqueado y desde el Gobierno le pasan el debe al líder de la oposición, que ya desató la guerra con el PSOE a finales de la pasada semana al exigir el cese del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, tras sus declaraciones en la Cadena SER, donde advirtió de que “los jueces no pueden elegir a los jueces”.

El CGPJ supera ya los “1.000 días” con el mandato caducado y estiman que el inmovilismo del Partido Popular lo que provoca es la ruptura de “todos los puentes constitucionales”. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ha instado al jefe de la oposición a retornar a la “senda de la institucionalidad”, tal como le han pedido “todos los partidos” del pacto por la estabilidad.

Rodríguez considera “muy grave” tener que dirigirse de este modo al principal partido de la oposición, al que le ha remitido una carta para que abandone su posición de bloqueo. Asimismo, ha rechazado la existencia de “equidistancia” entre la postura del Gobierno y la del Partido Popular sobre la renovación del Poder Judicial porque insiste en que “están reventando todos los puentes”.

En este sentido, la portavoz del Ejecutivo ha apuntado que quien no respeta “la arquitectura institucional” tiene “muy poca legitimidad” para pensar gobernar España en un futuro, aludiendo indirectamente a Pablo Casado. Asimismo, ha remarcado que el órgano de gobierno de los jueces, así como el resto de instituciones constitucionales, han de renovarse por imperativo ”legal y constitucional”, agregando que las posiciones tanto del Gobierno como la del PP eran “bastante coincidentes” en los meses en los que se llevaron a cabo las negociaciones.