El expresidente del Gobierno, Felipe González, ha quitado hierro este miércoles al caso Pegasus en una entrevista concedida a Espejo Público. Ha sostenido que cuando a él le preguntan si sabe que ha sido espiado responde que “evidentemente”, como “a todo el que esté atento en el mundo en el que vivimos”. De hecho, el que fuera dirigente socialista ha explicado su experiencia personal con el espionaje durante sus gobiernos.

“No merece la pena a estas alturas entrar en ese detalle (…) Yo me estrené descubriendo que nos estaban controlando la torre de comunicaciones de Moncloa”, ha expuesto a la vez que ha explicado que la persona implicada lo hizo entonces fotografiando. “Le detuvieron e incautaron un carrete de la época. Estamos hablando de espionaje (en un estilo clásico), no de ciberseguridad. Como no utilizaba la comunicación directa recogí todos los teléfonos, los metí en un cajón y lo cerré”, ha expuesto.

Así las cosas, González reconoce estar más preocupado porque lo ‘inmediático’ “nos impida hablar de los problemas que enfrentamos, que son serios”. “No digo que esto no lo sea, pero la gente la da importancia cuando dice ‘esto es lo más grave que nos ha pasado’, ‘esto es gravísimo’ y luego dice ‘Ah, no, que le ha pasado a 50 países’. Le pasó a Macron, a Merkel…”, ha recordado.

“Yo viví todavía la época de la Guerra Fría. El espionaje siempre ha sido… lo que ha cambiado es la revolución tecnológica y la ciberseguridad”, ha continuado. “Ha cambiado un impacto tecnológico que hace exponencial el efecto, pero la sustancia de que unos espían a otros es la misma”.

“Podría hacer como ustedes, especular”

El exmandatario socialista también ha dejado lo que la presentadora Susanna Griso ha calificado de “pullita” al ser preguntado por la posible dimisión de la directora del CNI, Paz Esteban, o la posición de los socios de investidura frente al Gobierno a raíz de Pegasus. “No conozco lo que está pasando y podría hacer como hacen ustedes y tiene mérito hacerlo, especular”, ha mantenido; para después explicar que no es una afirmación negativa: “La vida entera está llena de especulación, es un término despectivo, pero ¿cuánto especula una familia para comprarse una casa?”.

“Todo eso es especular, especular es la vida misma. Cuando faltan informaciones que no pueden además obtener, porque son secretos oficiales, tienen derecho a especular. Yo tengo el mismo derecho, pero no me lo tomo”, ha defendido.

Por la vía judicial

Sobre la comisión de investigación y que las formaciones independentistas quisieran formar parte de ella -al final no habrá comisión, pero sí hablará Sánchez- también se ha pronunciado. “Si cambiamos la ley seremos el único país que lo haga. Puede que sea esa la perfección. Lo que digo es que no es lo que se suele hacer”. Lo que sí ha dejado claro es que, a su juicio, todo se va a aclarar por la “vía judicial”. “No sé si es la intención o no, pero solo se va a aclarar por la vía judicial”.

¿Esto va a tumbar la legislatura? Puede ser, y puede no ser. Yo creo que casi nadie se quiere apear y todo el mundo se quiere apear”; ha deslizado en una entrevista en la que también ha hablado sobre las consecuencias de la invasión a Ucrania y la proyección de Alberto Núñez Feijóo; quien reconoce que le votó en la década de los 80.

La ‘broma’ con Feijóo

“Me muevo más por olfato que por encuestas. Creo que está subiendo Feijóo. No sé qué significa eso. Me da la impresión de que está subiendo hacia el espacio de la centralidad, pero también hacia el de la agresividad de la extrema derecha”, ha sostenido, antes de recurrir a la broma que hizo con el expresidente de la Xunta cuando este pronunció su voto sobre el antiguo dirigente del PSOE. “Le dije que era pecado de la juventud, que lo grave sería que me votase ahora”, ha dicho en tono de broma.