Suma y sigue de Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP y candidato a las elecciones generales del próximo 23 de julio por parte de la formación conservadora no sale de un gazapo y se mete en otro. El de este miércoles es especialmente reseñable, ya que el gallego se ha acordado de una persona ya fallecida, a quien espera “volver a ver”.

Se trata del exministro de los gobiernos de José María Aznar, Josep Piqué, que fallecía el pasado 6 de abril a los 68 años de edad. Con la intención de mostrar su cariño y amistad con él, el que fuera presidente de la Xunta ha ido más allá y ha apelado a un encuentro imposible.

“No me gustaría dejar de recordar que en la anterior edición -del Cercle D’Economía- tuve el inmenso honor de que me acompañase uno de los mejores amigos que me ha regalado la política. Josep Piqué no fue solo un gran amigo y un servidor público excepcional, de los mejores y de los más inteligentes que me he encontrado”, ha ensalzado: “Fue un catalanista, español y europeo, militante de la libertad y de la concordia”.

Hasta ahí todo bien, pero luego ha llegado una metedura de pata más de las que suelen aparecer en los discursos de Feijóo, en este caso especialmente destacable al tratarse de un tema tan delicado. “Me enseñó a mi también a creer y admirar esta tierra. Por eso hoy como cada vez que vengo a Cataluña me acuerdo de él y recuerdo mi admiración y cariño que le trasladaré a él cuando nos volvamos a ver”, ha emitido ante un auditorio a rebosar, que se ha quedado mudo con el comentario.

Trayectoria

Josep Piqué formó parte de varios ministros durante el gobierno popular de José María Aznar. De esta manera, durante la primera legislatura (la de 1996) fue nombrado Ministro de Industria todavía sin ser militante. Entre los años 2000 y 2002 pasó a ocupar el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores, puesto que cambiaría entre esta última fecha y 2003 por el departamento de Ciencia y Tecnología.

También ejerció como portavoz del Ejecutivo y como presidente del PP catalán; además trató de alcanzar la Generalitat en 2003, algo que no logró al salir de las urnas como cuarta opción entre los catalanes.

En otro orden de cosas, antes de su etapa puramente política -entendiendo como tal el trabajo en los gobiernos de Aznar- militó en organizaciones de izquierdas o extrema izquierda como el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) o Bandera Roja. Después de su trayectoria en el Partido Popular, pasó a liderar la aerolínea Vueling y fue nombrado consejero delegado y vicepresidente segundo de OHL. En los últimos años de su vida formó parte del consejo de administración de SEAT.

Homenajeado en el Cercle d'Economia

En el Cercle d’Economía habían de hecho homenajeado el pasado martes a Piqué, así como a los otros dos expresidentes de la institución, fallecidos igualmente este año: Vicenç Oller y Enric Corominas.

Sobre la persona a la que se ha referido Feijóo destacaron su “integridad” y su “compromiso con el progreso social”. Pero los elogios del expresidente de la institución Antón Costas -encargado de pronunciar las palabras- fueron en las tres direcciones. Para él los tres empresarios defendieron valores como la democracia y  una economía social como “instrumento” para crear y distribuir riqueza, así como la búsqueda de una sociedad integrada en Europa y Occidente.

Asimismo, se refirió a la “virtud” de todos ellos para asumir “el coraje cívico de decir que aquello que creemos que tenemos que decir en cada momento para mantener la independencia de nuestra institución ante presiones”. Pero especialmente sentidas fueron las palabras que dedicó al que fuera ministro del PP: “Cuando se incorporó al Gobierno la modernización de la política exterior española y del partido conservador español fue muy importante”.

A lo largo de la ocasión, Costas mantuvo que la época en la que Piqué volvió a la presidencia del Cercle fueron años “convulsos” en los que institución fue acusada de “equidistante”. “Hubo que tener más coraje para eso que para ser radical en cualquiera de los dos lados”, sostuvo en un encuentro en el que también estuvo presente su viuda. Sin embargo, está claro que Feijóo no escuchó la intervención de Costas ni el homenaje al empresario.