El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, la ha vuelto a liar. Esta vez lo ha hecho a la hora de apoyar a la candidata del partido al Ayuntamiento de Valencia, María José Catalá. “Probablemente mañana sea el último día en el que me tenga que dirigir como candidata al Ayuntamiento de Barcelona, querida María José Catalá…”, dijo en apoyo a su candidata en unas palabras que no han pasado desapercibidas después de que el responsable popular se confundiera con las ciudades mediterráneas. Como pasara hace menos de 15 días, el público volvía a cortar de inmediato al orador quien, con el gesto torcido, pedía disculpas.

Palma por Las Palmas

Los lapsus de Feijóo están siendo protagonistas en la campaña del PP. Ya los hay que hacen quinielas al respecto y consideran que los candidatos preferirían que el ex presidente de la Xunta no hablase en sus mítines. También los hay que se empiezan a plantear los errores de Feijóo como algo hecho a propósito. Nada de esto es así, evidentemente, pero comienza a ser difícil distinguir realidad y ficción.

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No habían pasado ni 24 horas desde que el líder de la oposición acumulara un error más a la lista. Fue en Baleares, cuando el miércoles el presidente popular se encontraba acompañando a su candidata al Gobierno de la isla, Marga Prohens, y a los aspirantes a la alcaldía de la ciudad y al Consell de Mallorca, Jaime Martínez y Llorenç Galmés. En un Trui Teatre de Palma que reunió a 1.500 fieles dijo lo siguiente: “Para mí es un orgullo visitar el mercado de La Palma, las tiendas a las que he ido, los bares, las calles…”.

Badajoz y Andalucía

La primera en la frente. El expresidente gallego tuvo su primer despiste nada más empezar la campaña, el pasado 11 de mayo. Por aquel entonces Badajoz fue testigo de las palabras con las que agradeció la asistencia de los andaluces, pese a estar en Extremadura. “Amigos y amigas, acabo con la palabra ilusión, porque eso es lo que percibo cada vez que vengo a Andalucía. Y quiero deciros que el 28 de mayo…”, deslizaba dando paso al murmullo de la muchedumbre.

Tirando de la vieja escuela, Feijóo salió del paso como pudo: “Era para ver si estabais atentos (…) Pero, ¿a que os habéis dado cuenta?”.

Lo que está claro es que al líder del PP parece que le gusta viajar, porque tiende a irse a kilómetros de distancia sin moverse del lugar. Y lo que es evidente es que suspende en geografía.

Feijóo, en modo Rajoy

Con esto, el gallego ha cometido más gazapos en la campaña que semanas tiene la misma. Pero tampoco es nada nuevo, y es que basta con mirar atrás para repasar algunos de sus grandes momentos.

El más reciente antes de los aquí mencionados es el que protagonizó en una visita a Cádiz, cuando desde la ciudad de La Caleta quiso elogiar “la luz” gaditana porque “le dilata la pupila sin necesidad de ir al oftalmólogo”. En esa ocasión perdió de vista que el hecho provocaba justamente lo contrario sobre el ojo.

Pero esta es solo una de tantas, pues en cultura general tampoco se muestra sobrado, de lo contrario no habría dicho que George Orwell había escrito 1984 ese año o que Pablo Picasso no era malagueño, sino catalán.

A veces Feijóo no deja ni distancia entre lapsus, como le está pasando en esta campaña y como le ocurrió a principios de año en un acto donde también estuvieron los candidatos de las formaciones a la capitales de provincia que tuvo lugar en Madrid. Allí mencionó mal a Manuela Carmena llamándola Manuela Carmela hasta en dos ocasiones y conjugó de forma errónea un verbo: “Lo ha tenido que decir hasta Manuela Carmela (…) Por cierto, Manuela Carmela supongo que ya será de ultraderecha, ¿no? Porque ha contradecido a Sánchez”.

Se pueden sumar a la lista otros, como cuando rebautizó en 2014 la gran obra de Rosalía de Castro como Poemas galegos o en días previos al último 8M. “Aprovechando que estamos hablando de discapacidad, y aprovechando sobre todo y por encima de todo que estamos a las puertas del Día de la Igualdad de la Mujer, queremos hacer un llamamiento a la modificación de la ley de Sánchez, de la ley del ‘solo sí es sí’. Creemos que un presidente del Gobierno que haya firmado una ley como la del ‘solo sí es sí’ necesitaría un poquito menos de soberbia y un poco más de compromiso para reformar de forma inmediata una ley que está causando estragos”, señaló desde la Asociación Síndrome de Down de Cáceres.