Bildu no es el único asunto en el que Isabel Díaz Ayuso va a chocar con Génova. La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección ha desligitimado la propuesta del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre que gobierne la lista más votada tras los resultados del 28 de mayo.

Se trata de una de las propuestas estrellas de Feijóo a lo largo de toda la campaña. De esta forma, y aunque causa inquietud en el PP, Feijóo evita hablar de su talón de aquiles: Vox. Los pactos a los que tendrá que llegar su partido con la formación de Abascal a partir del 29 de mayo no forman parte del discurso del PP, conscientes de que hablar de ello puede auyentar al voto de Ciudadanos, que esperan absorver en estos comicios.

Sin embargo, la propuesta no sienta bien en los territorios. La primera en hacerlo visible ha sido la también presidenta del PP de Madrid. En una entrevista concedida a EPE, Ayuso ha explicado que no está de acuerdo con la medida, cuya diferencia ha hecho pública la última semana de campaña electoral.

"También piensan que cada presidente autonómico luego tiene que tomar decisiones", expone Ayuso. "Yo creo que es un debate que no tiene recorrido, teniendo en cuenta que la izquierda no va a querer en ningún caso asumir esto. No veo mucho debate aquí", comenta al respecto.

Inquietud por la propuesta en el PP

"Nosotros no vamos a gobernar perdiendo. Nosotros solo vamos a gobernar ganando", indicaba hace unos días un confiado Feijóo durante la inauguración de la campaña electoral en Valencia. Según el líder del PP, su partido dejará gobernar al PSOE aunque la suma de sus votos con los de Vox les posibilite gobernar. Un escenario en el que es posible que se encuentren en tan solo cinco días. Los líderes territoriales apoyan el fondo de la propuesta de Feijóo sobre la lista más votada, pero creen que nació muerta porque el PSOE rechazó el pacto desde el primer minuto. De hecho, el PP no gobernaría en sitios como el Ayuntamiento de Madrid de haber seguido esta estrategia. Y lo mismo hubiera ocurrido en 2019 con Isabel Díaz Ayuso.

En definitiva, unas palabras que sembraban cierta incomodidad en los territorios por la promesa electoral de Feijóo con el objetivo de marcar distancias con Vox. El PP quiere absorver a Vox como hizo con CS, pero este 28 de mayo muchos candidatos populares solo gobernarán con el apoyo del partido de Santiago Abascal, incluso aunque se consiga frenar su entrada en ejecutivos autonómicos y locales a una representación mínima. De hecho, Vox trabaja y habla abiertamente en sus mítines de sumar con el PP aunque no sea primera fuerza.

Los barones ya han avisado a Feijóo que si "persiste" en el argumento tendrá un enfrentamiento directo con ellos. Prueba es Ayuso este miércoles en su entrevista. "Si va en serio, es una apuesta muy fuerte. Y va a encontrar resistencia interna", indicaban hace dos semanas a El Conficencial al no entender por qué quiere entregar ayuntamientos y comunidades al PSOE sin que los socialistas hagan lo mismo en los casos donde los populares se impongan como primera fuerza. Además, Feijóo lleva meses diciendo que iba a dejar libertad absouta a sus territorios para que configuren sus listas y pactos posteriores.

Un año con la lista más votada

Feijóo trazó su propuesta de facilitar la gobernabilidad a la lista más votada desde el momento en que aterrizó en Génova, hace más de un año. El líder popular nunca ha consensuado esta idea con las organizaciones territoriales del partido, y la dirección nacional asumió con naturalidad que no era precisamente una iniciativa que se viese con buenos ojos en algunas delegaciones autonómicas y locales.

Bajo este parámetro, muchos de los gobiernos que tiene actualmente el PP no existirían. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, o el presidente de la Junta, Juanma Moreno, accedieron a sus respectivas primeras legislaturas gracias a un pacto con Ciudadanos y Vox. Tampoco Isabel Díaz Ayuso habría gobernado la Comunidad de Madrid en 2019, el PSOE de Gabilondo se impuso al PP.

Con todo, Feijóo ha vuelto a insistir en esta idea durante las dos semanas que dura la campaña hasta la apertura de urnas, y mantendrá su oferta al PSOE incluso la misma noche electoral. El dirigente se compromete, además, a impulsar una reforma de la ley electoral para fijar una prima de escaños al partido ganador, al menos en el ámbito local, si logra llegar a la Moncloa.