El Gobierno de Pedro Sánchez está consiguiendo lo que durante décadas parecía un sueño imposible: pleno empleo de calidad, más mujeres trabajando que nunca, el paro juvenil en mínimos históricos y un crecimiento económico sostenido que deja en evidencia a los profetas del desastre.
Frente a este escenario de éxito palpable, ¿qué hacen PP y Vox? Criticar, mentir y enfangar, incapaces de reconocer una realidad que no encaja con sus cuentos apocalípticos. Pero los datos son testarudos. Hasta Trump ha reconocido públicamente el liderazgo económico de España en la última cumbre de la OTAN. Que Feijóo y Abascal no te cuenten cuentos: mientras el Gobierno crea empleo, las derechas se dedican a sus “basurillas”.
Estamos ante cifras históricas: menos paro, más empleo, mejor calidad. España ha superado por primera vez los 21,8 millones de ocupados, una cifra que marca un hito histórico de afiliación a la Seguridad Social. Nunca antes había habido tanta gente trabajando en nuestro país. Este logro es aún más impresionante si consideramos el contexto: una pandemia global, una crisis de inflación mundial y conflictos internacionales como la guerra de Ucrania o Gaza.
¿Y el paro? Por debajo de los 2,5 millones en mayo, la cifra más baja desde 2008. Es decir, España registra el paro más bajo en 17 años. Lejos quedan los tiempos de destrucción masiva de empleo durante la era de Rajoy. Desde que Sánchez llegó al Gobierno en 2018, España ha sumado 2,8 millones de nuevos afiliados, de los cuales, 1,5 millones son mujeres. Una revolución silenciosa pero contundente.
Y no solo se crea empleo: se crea empleo de calidad. Hoy, casi el 42% de los contratos firmados actualmente son indefinidos, cuando en 2018 apenas alcanzaban el 10%. Es el resultado de una reforma laboral valiente, duramente criticada por PP y Vox, pero que ha transformado un mercado laboral históricamente marcado por la precariedad.
La temporalidad ha caído por debajo del 12%, frente al 31,1% de 2018. Entre los jóvenes, la mejora es aún más significativa: del 54% a menos del 19%. Hoy, uno de cada dos contratos es indefinido. Para quienes dijeron que acabar con los contratos basura era imposible, la realidad les ha dado una bofetada de datos.
Los protagonistas de la recuperación son las mujeres y los jóvenes. El número de mujeres afiliadas a la Seguridad Social supera los 10,3 millones, otro dato histórico. Representan el 47,4% del total, y no solo son más: también cobran más. La brecha salarial de género se ha reducido cinco puntos desde 2018.
En cuanto al paro juvenil, se ha reducido en un 66% desde la llegada del Gobierno progresista. En mayo, la cifra de parados menores de 25 años es la más baja de la serie histórica: 171.003 jóvenes. Esta generación, que parecía condenada a la emigración o a la precariedad perpetua, por fin empieza a encontrar oportunidades reales.
España crece más y mejor que Europa. Mientras algunos se empeñan en pintar un país en ruinas, los datos económicos desmienten sus lamentos. Según la OCDE, España crecerá un 2,4% este año y un 1,9% en 2026, liderando el crecimiento entre los países de nuestro entorno. Desde finales de 2021, la creación de empleo en España supera ampliamente a las grandes economías europeas: crecemos seis veces más rápido que Alemania y cinco veces más que Francia.
De hecho, España ha vuelto al top 12 de las economías mundiales y, según el FMI, superará pronto en PIB a potencias como México, Australia y Corea del Sur. Oxford Economics lo ha dicho claro: el año pasado, España fue la gran economía que más creció del mundo.
La clave está en un crecimiento con justicia social: más empleo, más derechos laborales, más salario mínimo -un 61% más alto que en 2018- y menos precariedad. Frente a los viejos dogmas neoliberales del recorte y la austeridad, este Gobierno demuestra que otra política económica es posible.
Mientras todo esto ocurre, ¿dónde está el PP? ¿Qué propone Vox? Nada. Solo ruido, mentiras y barro. Cuando el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó la reforma laboral, dijeron que destruiría empleo. Hoy, tenemos más empleo que nunca. Cuando se subió el SMI, profetizaron una catástrofe. Hoy, los jóvenes y las mujeres se benefician directamente de esa subida. Ahora, ante la reducción de la jornada laboral, vuelven a gritar “¡Apocalipsis!”. Y, una vez más, volverán a equivocarse.
Feijóo se dedica a poner palos en las ruedas mientras se hunde en sus contradicciones, incapaz de presentar una sola propuesta creíble. Su partido, anclado en el pasado, solo sabe hablar de “derogar el sanchismo”, como si eso fuera una política de Estado. Y Abascal, el agitador profesional, sigue jugando a incendiar las instituciones sin ofrecer ninguna solución real a los problemas de la gente.
Mientras tanto, ellos siguen anclados en su particular lodazal, empeñados en negar una evidencia que es más contundente que cualquier eslogan: la España de hoy tiene más empleo, más calidad y más dignidad laboral que nunca. Esa es la realidad que no pueden aceptar.
Que no te cuenten cuentos. El relato de PP y Vox se ha construido sobre el miedo, la mentira y la nostalgia de un país que ya no existe. Los ciudadanos son conscientes de que, a pesar de las dificultades, España avanza. Son conscientes de que el Gobierno de Pedro Sánchez ha demostrado una capacidad de gestión extraordinaria en circunstancias extraordinarias. Que hoy, los datos son mejores que nunca. Y que el futuro puede ser aún mejor si seguimos apostando por políticas progresistas, sociales y valientes.
Mientras la derecha se revuelca en su rencor y su impotencia, el Gobierno gobierna. Crea empleo, mejora vidas, reduce desigualdades. Y lo hace con datos, con hechos, con resultados. La España real no está en los platós de televisión ni en los mítines de la ultraderecha. Está en cada contrato indefinido, en cada mujer que se incorpora al mercado laboral, en cada joven que deja de ser precario, en cada empresa que apuesta por el talento nacional.
España no necesita cuentos. Necesita continuar por el camino del progreso. Porque el empleo sube, el paro baja, el PIB crece, y la inflación se contiene. Y eso no es magia: es política bien hecha. Mientras tanto, que Feijóo y Abascal sigan con sus fábulas. La mayoría social ya ha elegido otra historia. La del trabajo digno, la del crecimiento justo, la del futuro sin miedo. España se mueve. Y lo hace en la buena dirección gracias al Gobierno de Pedro Sánchez.