Probablemente el planteamiento de si es o no oportuno integrar los alimentos transgénicos en nuestra agricultura y dieta sea uno de los temas más polémicos de los próximos años. Entre tanto, España se ha posicionado como el único país del continente europeo en el que los cultivos transgénicos han alcanzado una superficie agrícola realmente significativa: fueron 129.081 hectáreas las que se cultivaron con variedades vegetales transgénicas en 2016. De ellas, 46.546 corresponden a Aragón, 41.567 son de campos de cultivo de Catalunya y 15.039 hectáreas de Extremadura; seguidos de Andalucia, Navarra y Castilla-La Mancha.Y en concreto, se cultivó el maíz transgénico MON-810 creado por la multinacional Monsanto. La cifra supone un aumento del 19,8% respecto a la extensión cultivada con maíz transgénico en España en 2015, según el balance anual mundial elaborado por el Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones de Agrobiotecnología (ISAAA, por sus siglas en inglés), organización sin ánimo de lucro que apoya el uso de cultivos biotecnológicos.

Tras España, Portugal

Tras España, los únicos países europeos con transgénicos son Portugal (7.069 hectáreas en 2016), Eslovaquia (138 hectáreas) y la República Checa (75). Rumanía, Polonia y Alemania, que en años anteriores tenían pequeños cultivos transgénicos, no cosecharon ninguna extensión con esta variedad en 2016. El informe del IASSS recuerda que en Europa, en la práctica, la normativa actual solo hace posible el cultivo de una variedad vegetal transgénica, el maíz MON-810 creado por la multinacional Mosanto para combatir las plagas del insecto conocido como taladro del maíz. Según esta entidad, si se autorizara la utilización de otras variedades transgénicas los agricultores europeos incrementarían el uso de este tipo de vegetales.