La escritora estadounidense, Harper Lee (que después de 50 años ha publicado recientemente su segunda novela), conmocionó al mundo entero con su libro “Matar a un ruiseñor”. Medio siglo después, la sociedad europea no olvidará fácilmente la imagen del pequeño “ruiseñor” sirio, Aylan Kurdi, de tres años de edad, que apareció ahogado en la costa turca cuando intentaba junto a su familia alcanzar la salvación en Europa. Y cuando, precisamente, Europa se concienció con esta dramática imagen y abrió sus puertas para acoger a cientos de miles de refugiados de la guerra de Siria, que ya se ha cobrado la vida de más de 200.000 personas; y cuando Merkel obligó a Rajoy a comprometerse a dar cobijo a 15.000 de estos seres humanos; y cuando obispos, sindicatos asociaciones, consistorios y ciudadanos de a pie muestran su disposición a amparar en sus propias casas a estas víctimas de la barbarie, o ofrecer sus locales, infraestructuras y servicios, a las administraciones públicas u organizaciones civiles implicadas en el esfuerzo de dar una respuesta a la crisis humanitaria más allá de los límites impuestos por las autoridades nacionales y comunitarias, llega la alcaldesa del Partido Popular de la localidad toledana de Recas (4.300 habitantes), Laura Fernández, y se niega a dar de comer a “68 ruiseñores” que el padre Ángel, a través de Mensajeros de Paz, atendía en su comedor social de la localidad, propiedad del ayuntamiento, que exige a la ONG que los pequeños comensales estén empadronados en la localidad. Tan verdad esperpéntica como la muerte del “ruiseñor Aylan”.

Indignación del padre Ángel
Sin embargo, el padre Ángel, que mantuvo una última reunión este jueves con esta “alcaldesa sin alma”, reconocen a ELPLURAL.COM fuentes de la oposición de Recas, no aceptó las condiciones de Laura Fernández y prefirió desmontar toda la infraestructura instalada hace dos años en el pueblo, gobernando el PSOE, que cedió a Mensajeros de la Paz el colegio en desuso “César Cabañas”, done la ONG corría con todos los gastos, desde el mantenimiento, a la limpieza del local, pasando por el coste de los alimentos que se dispensaban a estos pequeños, a los que la alcaldesa del PP les niega “el pan y la sal” porque a su entender han llegado personas que han ocupado ilegalmente casas del pueblo, y “encima tienen comida gratis”, señaló la regidora en declaraciones recogidas por ELPLURAL.COM, donde también lamentaba que “la convivencia no es nada fácil y lo que el pueblo quiere es que no vengan más personas”. La indignación del padre Ángel ante tanta ignominia se ha plasmado a través de un comunicado en el que recuerda que Mensajeros de la Paz se niega “rotundamente” a aceptar esta condición por considerarla “totalmente injusta y discriminatoria”, en particular por tratarse de niños.

¿Cómo se puede negar un bocata a un niño?
El pasado mes de agosto, este periódico, recogiendo el sentir de la clase política y social de la localidad informábamos que las explicaciones de la alcaldesa de Recas convencían a muy pocos y su decisión de negarles “un bocata” a los niños no empadronados estaba muy próxima a la adoptada por la extrema derecha española, que a través de la ONG “Hogar Social Patriota María Luisa Navarro”, vinculada al grupo extremista España 2000, ha organizado en numerosas ocasiones y localidades el reparto de comida gratis, pero “sólo para españoles”, rechazando los inmigrantes que se acercaban a sus instalaciones, vigiladas por la Policía Nacional para evitar altercados. Iniciativas que calcan las llevadas a cabo en Francia, Bélgica o Grecia, donde grupos políticos extremistas que no ocultan su animadversión con todo lo extranjero, “alimentan” sólo a “sus” pobres en un intento populista de ganar sus votos y confianza.

El PSOE, con Mensajeros; el PP, silencio
Situación que, una vez más, tiene dos claras posiciones políticas. Por una parte, el PSOE lamenta que para algunos “los papeles puedan ser más importante que las personas, y cuando estamos hablando de niños lo comprendemos todavía menos”, señala su portavoz parlamentaria en Castilla-La Mancha, quien no ha dejado dudas al respecto: “El Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes está con el padre Ángel, con la convicción de que son más importantes las personas que los papeles y que si se exigiera papeles para poder comer, cuánta gente se quedaría sin poder hacerlo en el país y el resto del mundo”. Y el PP, ¿qué dicen los “populares” al respecto, máxime después de la llamada de socorro del padre Ángel a Cospedal? No dicen nada. Preguntada por este asunto su portavoz regional, la senadora Carmen Riolobos, aseguró en rueda de prensa “no tener conocimiento de lo que ha ocurrido”, concluye, “es la primera noticia que tengo, cuando me informe se lo podré contar”. Han transcurrido varios días y la senadora no ha dicho ni mu.