El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reafirmaba su compromiso con la OTAN a pesar del plante a su homólogo estadounidense, Donald Trump. El jefe del Ejecutivo, al término de la reunión del Consejo de Europa, ha explicado que el rechazo a disparar el gasto militar al 5% del PIB no le coloca fuera de los postulados de la Alianza Atlántica. De hecho, ha reivindicado la soberanía de España dentro de la organización, asegurando que no hace “seguidismo ciego” de todo lo que venga de Washington, como proponen “otros”, en referencia al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.

Al concluir la cumbre de líderes europeos, Sánchez desfiló por rueda de prensa desde Bruselas, donde exhibió su malestar ante algunos titulares que han proliferado en “algunos medios” y que ponían en cuestión su compromiso “transatlántico y europeísta”. Refrendó su deber para con la Alianza, a pesar de despegarse de la exigencia de la Casa Blanca para elevar las partidas de Defensa y Seguridad hasta el 5% del PIB, lo cual no implica, según explicaba, una enmienda a la totalidad del libreto de la organización.

Guerra arancelaria

El choque con Trump se encuadra en el rush finale de la negociación de la Unión Europea con la Casa Blanca sobre los aranceles. De hecho, en Bruselas hay quien teme que este plante pueda ocasionar alguna fricción en las conversaciones con Washington para aliviar la presión impositiva. En cualquier caso, Sánchez ha señalado que no ha recibido feedback alguno al respecto por parte de ninguno de los líderes comunitarios.

La figura de Trump ha protagonizado el grueso de la rueda de prensa. Concretamente las amenazas del magnate a España por querer pagar menos que el resto de los aliados de la OTAN. Agitó entonces el fantasma de las cargas comerciales a modo de represalia, pero el jefe del Ejecutivo español insistió en que son y han sido siempre unos “socios confiables” y rebajó el choque con su homólogo hasta el punto de afirmar que “Estados Unidos es un país amigo”.

Así lo reiteraba a la salida de la cumbre comunitaria, alegando que “ser europeísta y atlantista” no comportan un “seguidismo ciego que otros en nuestro país proponen”. Píldora que se ha recibido a modo de dardo para el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, al tiempo que reivindicaba que pueden seguir cumpliendo con sus obligaciones para con la Alianza. Estas, subrayaba, se orientan al despliegue de tropas en países del este de Europa y a la vez “defender lo que es justo” y evitar recortes en servicios públicos. Por ello, ha percutido en que España seguirá siendo un engranaje clave de la maquinaria de la seguridad y la defensa europea, así como de la OTAN.

En esta misma línea, el jefe del Ejecutivo ha presentado a España como un país que siempre quiere tender puentes con el multilateralismo en el que está representado, además de afrontar los debates desde una posición constructiva. Pero Sánchez entiende que dibujo de colaboracionismo no puede opacar el interés general de los españoles, que a su juicio, va en primer término: “Para eso me pagan”.

De hecho, es precisamente el “interés general” lo que ha llevado a alcanzar un “acuerdo muy positivo” con la OTAN porque “salvaguarda” la unidad atlántica y porque comporta un “equilibrio” entre las capacidades acordadas con la Alianza y la “garantía de un Estado del bienestar fuerte”.

Ese es mi deber, esa era mi obligación y lo hemos logrado”, apostillaba un Sánchez que, además, justificaba el 2,1% del gasto en defensa en virtud de los cálculos realizados por las Fuerzas Armadas y el Ministerio. “No he sido yo, no hay una discrecionalidad detrás de lo que es un trabajo técnico, profesional, de nuestras Fuerzas Armadas y que, por supuesto, el Gobierno apoya y confía en ellas”, remataba.

Actuaciones contra Israel en julio

Al margen de la confrontación derivada del gasto militar con Estados Unidos, el presidente del Gobierno fue interrogado sobre el alcance del conflicto en Oriente Próximo y si Europa se abría a tomar “medidas concretas”. Sánchez afirmaba que ha reiterado a sus colegas comunitarios la necesidad de suspender el acuerdo entre la UE e Israel por la “falta de respeto” a los derechos humanos por parte del Ejecutivo de Benjamin Netanyahu.

Sánchez ha subrayado que el reciente informe elaborado por el representante especial de derechos humanos de la UE constata que Israel "estaría violando el artículo de respeto a los derechos humanos" y por tanto a propuesta de España han acordado tomar medidas concretas en el próximo consejo de julio.

"Ante dicho informe los líderes no podemos ni debemos quedarnos pasivos. Esa es la posición que ha tenido el Gobierno de España en este Consejo y por eso he propuesto y hemos acordado mirar medidas concretas en el Consejo de Asuntos Generales de Ministros de Asuntos Exteriores que va a haber en el mes de julio", ha trasladado. Sánchez recalca que la UE tiene "palancas de presión" para que el Gobierno de Israel "cese esta catástrofe", y dice que tienen la obligación moral de salvar vidas en Gaza y Cisjordania y hacer realidad la solución de los dos estados.

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