Es la palabra de moda. La que en todos las ruedas de prensa de los líderes políticos se repite: pacto. La situación económica y "el drama del desempleo" lo fuerzan. Alfredo Pérez Rubalcaba decía en Ferraz, tras la reunión de la Comisión Permanente socialista, que lo que más le preocupaba de la última encuesta del CIS, más allá de su propia valoración personal, de la de su partido, o de la caída del PP, era "el clima de pesimismo que hay en nuestro país". Y ratificaba, "nunca he visto una encuesta así". Por descorazonadora.

Un pacto amplio que permita negociar
Una situación de desmoralización que explica, según el líder socialista, "la desconfianza en nuestros políticos". Es este estado de las cosas -"vivimos una situación mala, y las perspectivas son peores", ha dicho Rubalcaba- lo que hace inevitable en su opinión "un gran pacto de concertación nacional para salir de la crisis" que ha reconocido que "piden los ciudadanos, y con razón". Un pacto, dicen en Ferraz, con el Gobierno, pero también con tantas fuerzas políticas como resulte posible, y con empresarios, y con sindicatos y con Comunidades Autónomas
 

Rubalcaba pide a Bruselas que antes de rechazar su propuesta, la lea. Foto EFE

 

 


¿Qué se incluiría en ese pacto? Según Rubalcaba tendría que tratarse de un gran acuerdo social y contra el desempleo, que no debiera centrarse en uno o dos aspectos, "para que se pueda negociar, y unos podamos ceder aquí, y otros allí..." y que se concretaría en un acuerdo sobre salarios, beneficios y precios -"en la contención de todos ellos, no como ahora que sólo hablamos de controlar los salarios"-; en un acuerdo sobre las reformas laborales, que permitieran crear más empleo y mantener el que existe; en un acuerdo de fiscalidad "el problema no es gastar menos, sino recaudar más, por ejemplo haciendo frente al gran fraude fiscal que tiene España"; y un acuerdo sobre el Estado social, "porque es importante no sólo hacer frente a la crisis, sino también cómo salimos de ella".

Si no se actúa, pronto será necesario un nuevo rescate de la banca
Qué está dispuesto el PSOE a hacer por lograr ese Pacto? De momento ha puesto sobre la mesa su plan de reactivación económica y mantenimiento de empleo del que les informamos en ELPLURAL.COM, y que se basa en una doble idea fuerza. Por un lado, ayudar a las empresas a mantener el empleo, compartiendo sus cargas con los propios trabajadores (que tendrían que aceptar rebajas en sueldo y horario) y el Estado (bonificando las cargas sociales).

Por otro, en utilizar 30.000 de los 100.000 millones de euros del fondo europeo de rescate a los bancos, y del que 'solo' se han usado 40.000 millones, para ayudar fundamentalmente a las PYMES a sobrevivir y crear empleo, y a las familias con problemas para pagar la hipoteca. "Si esto no se arregla, en poco tiempo tendremos que volver a pedir dinero para rescatar otra vez a la banca porque las empresas no podrán devolver los préstamos y aumentará la morosidad entre la gente que no podrá pagar sus hipotecas", ha dicho el líder socialista, y ha concluido que "mejor es utilizar ese dinero preventivamente haciéndolo llegar a las empresas y las familias".

Bruselas, que escuche
El plan detallado sobre el que discutir lo harán público los socialistas a partir del miércoles en la sesión que se celebrará en el Congreso para conocer el Plan Nacional de Reformas que anunció el Gobierno. Rubalcaba ha venido a pedir en este sentido a Mariano Rajoy que amplíe sus miras. "La cosa pequeña ya no tiene hueco", ha dicho, refiriéndose a la improductiva discusión sobre quién quiere o no quiere realmente un Pacto. Ha reconocido que hablan, el Presidente del Gobierno y él, con cierta frecuencia -"cuando yo llamo él se pone, y cuando llama yo me pongo", aunque esto es "menos de lo que deberíamos en mi opinión, porque yo buscaría acuerdos".

Casi en el mismo sentido ha contestado a Europa. Cuando se celebraba aún su rueda de prensa se conoció el comunicado de la Unión Europea advirtiendo que el fondo de rescate de la banca no se podría usar para crear empleo ni para otro fin que el propio rescate bancario. A lo que Rubalcaba respondió contundente: "Es tiempo para la humildad, en Madrid y en Bruselas, en Ferraz y en Moncloa", comenzó su reflexión antes de concluir: "pido a Bruselas que escuche, porque es tiempo de escuchar, no es tiempo de dar lecciones; le pido a los señores de Bruselas que se pregunten si ellos no tienen algo que ver con esta situación que vivimos".