El líder de Más País, Íñigo Errejón, ha mostrado su descontento con la nueva ley de secretos oficiales. A su juicio, la normativa es “decepcionante” y “sigue tratando a los españoles como menores de edad”. Así lo ha expuesto en su cuenta de Twitter, donde también ha dejado claro que el texto limita la transparencia que la democracia “puede asumir”.

El portavoz en el Congreso de la formación progresista reacciona de este modo al punto del documento que más controversia ha generado y que tiene que ver con la desclasificación de Secretos Oficiales según el cual los plazos para esto último oscilan entre los cuatro y los 50 años, pudiendo prorrogarse en algunos casos, cuando la información se considere ultrasensible.

La ley pretende sustituir la norma franquista vigente -de 1968 y que permitía que los secretos de Estado lo fueran para siempre- y adecuar la legislación de España a los estándares de la Unión Europea (UE) y de la OTAN.  

El tiempo de desclasificación dependerá, asimismo, del carácter de la información, que puede variar en función de los baremos que marca el continente, siendo estos alto secreto, secreto, confidencial y restringido (hasta ahora solamente existían el secreto y reservado).

Asimismo, será el Ministerio de Presidencia y no el de Defensa, como ocurría hasta este momento, el que tenga las competencias para clasificar y desclasificar los documentos. La explicación que da para ello el Ejecutivo es que la documentación secreta va más allá del carácter militar.

En consonancia con Podemos

Sin embargo, no hay nada hecho todavía, ya que los socios de coalición de los socialistas han trasladado de igual manera su disconformidad con lo expuesto, siendo uno de los puntos inasumibles para ellos el periodo de hasta 50 años para desclasificar ciertos documentos. “España es una democracia y tiene derecho a conocer su historia", apuntan desde el partido de Ione Belarra.

En la reunión del gabinete, ambas formaciones tratarán de cerrar un acuerdo para incorporar posibles mejoras al articulado y que se aprueba en un segundo intento.