El vicesecretario de Relaciones Internacionales de Vox, Iván Espinosa, uno de los rostros más conocidos de la formación ultraderecha, fue socio de un condenado por Gürtel y un condenado por delito fiscal, según publica eldiario.es.

Es el primogénito del ex comisionado para la Marca España y marqués de Valtierra, Carlos Espinosa de los Monteros, y ha dedicado buena parte de su vida a los negocios inmobiliarios y financieros.

En el año 2007, Espinosa compareció en rueda de prensa para presentar el fondo Varsovia II CB, un lanzamiento de gestión Aris (especializada en productos inmobiliarios). Operaba en Polonia y, en la rueda de prensa, compareció junto con Rubén Llavona, Secundino F. Velasco y Andrés Guillamot.

Éste último, en aquella época, hacía las veces de asesor fiscal. Una actividad que le costó una condena. ¿El motivo? Facilitar el fraude fiscal con respecto al pago de sociedades en 2005 y 2008. Según eldiario.es, la Audiencia Nacional le condenó en 2016 por la creación de sociedades opacas para facilitar la evasión de capitales del empresario Cipriano Villoslada, quien también fue condenado junto a la abogada que llevó los trámites.

Además, cabe destacar que Guillamot compartía despacho con el imputado en Gürtel, Blanco Balín, según el citado diario.

Por otro lado, en 2002, Espinosa montó la sociedad Gestión Inmobiliaria Habitabile SL. Por cierto, su mujer, Rocío Monasterio, número tres de Vox, aparecía como tercera administradora.

Esta compañía la montó junto con su socio Jacobo Gordon, amigo y socio, a su vez, de Alejandro Agag. Gordon fue condenado en Gürtel a cinco meses de cárcel y una multa de 75.000 euros tras haber confesado que participó en los pagos en negro en promociones de Francisco Correa y el exalcalde del PP en Majadahonda, Guillermo Ortega. El tribunal le condenó a menos tiempo de lo que la Fiscalía solicitaba precisamente por confesar.