El mensaje en Whatsapp del portavoz del Partido Popular en el Senado, Ignacio Cosidó, ha desembocado en un nuevo episodio trágico en la Justicia española, un nuevo bochorno. El que fuese elegido por el PP, en su pacto con el PSOE, como nuevo presidente del Consejo del Poder Judicial y el Tribunal Supremo, Manuel Marchena, se ha descartado para el cargo reivindicando su “independencia” y negándose a ser “un instrumento al servicio de una u otra opción política para controlar el desenlace de un proceso penal”.

Justo un día antes, este lunes, El Español desvelaba los whatsapp que Ignacio Cosidó, hombre de Pablo Casado en el Senado, enviaba a los senadores para tranquilizarles por las críticas al pacto con el PSOE en el que elegía a Marchena de presidente pero se perdía la mayoría conservadora en el CGPJ.

En dichos mensajes, Cosidó presumía de que “ponemos un Presidente excepcional” al frente de la Justicia española y “además controlando la sala segunda desde detrás y presidiendo la sala 61”. “Ha sido una jugada estupenda”, señalaba el mensaje del senador, que irónicamente también sacaba pecho porque la elección de Marchena “prestigiará el TS y el CGPJ, que falta le hace”.

Ya el hecho de que la elección del presidente fuera anunciada de antemano, como una condición del PP para pactar, supuso malestar entre la judicatura. Es algo que, de manera más o menos discreta, ha ocurrido en anteriores renovaciones del CGPJ, pero en la práctica y sobre el texto son los vocales los que tienen que votar a su propio presidente, en lugar de estar predefinido por los políticos.

Pero la gota que ha colmado el vaso de Marchena han sido los mensajes de Cosidó. En su comunicado, el juez señala a “las noticias divulgadas en los últimos días acerca de mi hipotética designación como presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial”.

Su paso atrás tiene una consecuencia inmediata: el juicio al procés independentista se queda como está. Marchena estaba en la sala que juzgará a los líderes independentistas catalanes, como Oriol Junqueras, Carme Forcadell, los Jordis y el resto de consejeros en prisión. Su planeada salida hacia el CGPJ y la Presidencia del Tribunal Supremo habría supuesto un cambio total en dicho tribunal, pero ahora Marchena seguirá siendo el ponente de la sentencia sobre los episodios independentistas de 2017.

Malestar en el PP

Otra consecuencia ha tenido lugar en el Partido Popular, donde Cosidó vuelve a ser señalado, tras unas semanas en las que gota a gota se va conociendo su implicación con el comisario Villarejo en la operación Kitchen para robar a Luis Bárcenas papeles que afectaran al PP. Ahora, sus mensajes de whatsapp filtrados han estallado en plena campaña andaluza, complicando al PP un paisaje electoral ya complicado de por sí.

De ahí que las primeras reacciones en el círculo de Pablo Casado hayan ido dirigidas a paralizar el proceso de renovación del CGPJ y pedir ahora una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Algo que, tras la renuncia de Marchena, parece que sí va a ocurrir. Las primeras palabras que han buscado en el PP para definir el episodio de Cosidó son “bochorno”, “vergüenza” o, cuando menos, “imprudencia”, según recoge El Español. Los mensajes entre los jueces van por el mismo camino, tachando de “impresentable” a Cosidó y subrayando que, como mínimo, debía “dimitir”. Y este era el pacto para “prestigiar” la Justicia.