Apenas tres días después de las elecciones en Andalucía del pasado 2 de diciembre en las que Vox se proclamó ganador moral al irrumpir en el parlamento autonómico con 12 diputados, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado un barómetro con estimación de voto a nivel nacional. Se trata del primer termómetro post entrada de la extrema derecha en las instituciones, a pesar de que las muestras del sondeo fueron recogidas antes del inicio de la campaña electoral. Según el CIS, Vox sería una fuerza residual con un 2,5% de votos.

Desmenuzando los datos por comunidades autónomas, destaca el porcentaje de votos que recibe Vox en Ceuta: un 40%. En esta Ciudad Autónoma, otro 40% votaría al Partido Popular y el 20% restante a Ciudadanos.

Y es que, discurso antinmigración de Santiago Abascal, que destila racismo por los cuatro costados, ha calado en buena parte de la ciudadanía de aquellos lugares más afectados por los flujos migratorios. Ocurrió en Almería, provincia donde Vox fue primera fuerza en El Ejido y medalla de plata en otras tantas localidades; y ha sido ratificado por el CIS.

El otro reducto de Vox sería la Comunidad de Madrid, con un 3,6%.

El líder de Vox ha hecho de la inmigración uno de sus buques insignia en su argumentario. Santiago Abascal ha asegurado que “Vox no representa un partido contra la inmigración”, pero “planteamos que sea regulada” porque “vienen a recibir las ayudas sociales que a veces no alcanza para los españoles”.

Considera que el responsable de que un inmigrante entre en España de manera irregular y se le deniegue, por ejemplo, atención sanitaria, es “el que les está llamando”: “No toda África cabe en Europa”.