El retorno del rey emérito a España, tras casi dos años residiendo en Abu Dabi debido a sus numerosos escándalos, no ha dejado indiferente a nadie. Juan Carlos I, que aterrizaba en nuestro país el pasado jueves y que se marchara este lunes tras la reunión con Felipe VI, ha rehusado en todo momento de dar explicaciones sobre los diferentes asuntos en los que se ha visto implicado, desatando una gran ola de indignación.
En este sentido, entre todas las críticas que ha recibido el monarca estos últimos días, uno de los más duros ha sido el de Pablo Echenique, portavoz en el Congreso de Unidas Podemos, quien no se ha mordido la lengua y ha cargado duramente contra Juan Carlos I debido al poco o nulo arrepentimiento que ha mostrado este. “La infección del emérito se contagia a las demás instituciones y degrada la democracia”, ha escrito el dirigente morado en su cuenta de Twitter. “Al poder judicial, cuando blinda su impunidad. A la corona, pues cualquiera que la ocupe puede reincidir. Al ejecutivo, cuando le da cobertura. Al Congreso, pues se hurta su labor de control”, ha añadido.
La infección del emérito se contagia a las demás instituciones y degrada la democracia. Al poder judicial, cuando blinda su impunidad. A la corona, pues cualquiera que la ocupe puede reincidir. Al ejecutivo, cuando le da cobertura. Al Congreso, pues se hurta su labor de control.
— Pablo Echenique (@PabloEchenique) May 23, 2022
Garzón, sobre el emérito: “Toda España sabe que es un ladrón”
Estas declaraciones de Echenique se producen solamente 48 horas después de que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, tildara a Juan Carlos I de “delincuente acreditado” y que toda la polémica que se ha montado es una “expresión clara” de la “impunidad” con la que ha venido actuando la Casa Real. “Toda España sabe que esa persona es un ladrón”, lamentaba el también dirigente morado durante una visita a Asturias.
Además, pese a reconocer que Juan Carlos I no tiene ahora mismo causas judiciales abiertas en España, Garzón señalaba que este hecho no significa que el monarca sea inocente, sino que muchas de los escándalos se produjeron cuando era “inviolable” y "por tanto, protegido por las instituciones monárquicas".
Lo peor para Garzón es que los demócratas no hayan sido capaces de articular un mecanismo que evite que comportamientos como el de Juan Carlos I puedan volver a producirse.
