“Cospedal ha decidido que el Tajo pueda ser Tajo hasta Aranjuez. Desde ahí, y hasta Toledo y Talavera, es un arroyo que trae los residuos de Madrid y de Eurovegas”. Esta declaración del secretario de los socialistas castellano-manchegos, Emiliano García-Page, resume el malestar reinante en Castilla-La Mancha tras el acuerdo alcanzado por María Dolores Cospedal con el Ministerio de Agricultura para la elaboración del Plan de Cuenca, que para PSOE, IU, sindicatos, pueblos ribereños de Entrepeñas y Buendía, agricultores…es papel mojado menos para el PP que dirige la cuestionada secretaria general, quien ha decidido entregar el río Tajo a los siempre insaciables murcianos, cuya voracidad hídrica no tiene límites.

Un trasvase entre lluvias históricas
Y como prueba del descontento social un increíble trasvase: La Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura ha autorizado la disponibilidad de 228 hectómetros cúbicos de agua desde la cabecera del Tajo hacia el Levante y Murcia, y lo autoriza en el trimestre donde la pluviometría ha alcanzado registros históricos, con la cuenca del Segura al 70,82 por ciento de su capacidad y con los principales pantanos que abastecen a la huerta murciana (Fuensanta, 100% y Cenajo y Talave, al 90%) desaguando excedentes. O lo que es lo mismo, mientras que los pantanos cabecera del río Tajo, Entrepeñas y Buendía, están muy por debajo del 50% de su capacidad, siendo los embalses españoles que menos agua han acumulado el último mes, Cospedal permite derivar a Murcia el equivalente de 228 estadios Santiago Bernabéu llenos hasta la bandera del preciado líquido.

CLM paga los platos rotos
Aunque parezca exagerado, no es una broma: la cuenca cedente (Castilla-La Mancha) tiene menos agua que la receptora (Murcia). ¿Por qué, entonces, se permite esquilmar el río Tajo en beneficio del Segura? La respuesta nos la da el máximo responsable del PSOE de Guadalajara, Pablo Bellido, quien no duda en asegurar que, “Cospedal se encuentra cuestionada como secretaria general del PP y por eso busca el apoyo de los barones de Valencia y de Murcia, a cambio de sacrificar los intereses de Castilla-La Mancha”, para seguidamente, sentenciar: "Que haya reuniones secretas para decidir qué se hace con el agua de los embalses de cabecera es un insulto a los ciudadanos de esta comarca y de esta región”.

Cospedal insiste en cambiar el curso del Tajo
Y es que para Cospedal el Tajo no desemboca en Lisboa, sino en el Mar Menor; no es un río atlántico, sino mediterráneo, porque de otra forma no se explica que sea el único río de España que cambia su curso natural. “Este nuevo trasvase es un insulto”, dice el alcalde de la localidad conquense de Villalba del Rey, Antonio Luengo, quien “no podía imaginarme una decisión como esta”, lo que prueba que Cospedal es “capaz de vendernos por cualquier cosa”, añade, “lo mejor que puede hacer es irse, porque ya está sobrando”. Mientras que el portavoz del PSOE en las Cortes, José Luis Martínez Guijarro, advierte: “Se van llevar prácticamente todo el agua acumulada por las lluvias en la cabecera del Tajo en los últimos dos meses, a pesar de que sus pantanos sueltan agua por los aliviaderos a un ritmo de 100 metros cúbicos por segundo”.

La guerra del agua está perdida
Sin embargo, las protestas de la sociedad castellano-manchega, harta de ser ninguneada en este tema, no impedirán que la llamada guerra del agua, emprendida en los ochenta por los socialistas José Bono y José María Barreda, sea ganada finalmente por Murcia y Valencia, como lo prueba el Memorándum de Entendimiento sobre el trasvase Tajo-Segura que el ministro Cañete y los presidentes valenciano y murciano firmarán próximamente con la ausencia de Cospedal, lo que viene a perpetuar el derecho levantino sobre las aguas manchegas, a pesar de que el río no pasa geográficamente por ninguna de las dos comunidades citadas, y sí atraviesa Castilla-La Mancha.

Cospedal resta importancia
Ante este cúmulo de despropósitos, a la presidenta de Castilla-La Mancha no se le ocurre decir otra cosa que el Memorándum “no debe preocupar a nadie porque se trata de realizar estudios sobre el río”, asegura, cuando en realidad el documento no hace otra cosa que catalogar al trasvase Tajo-Segura de interés estratégico para el Estado, “siendo la primera vez que un Gobierno de España suscribe una declaración tan contundente”, asegura el portavoz del Gobierno valenciano, José Císcar. Lo que está claro es que ni Fabra ni Valcárcel están preocupados; los manchegos, sí.