Las elecciones de 2019 trajeron consigo el récord de partidos con representación en el Congreso en lo que llevábamos de democracia. La aparición hacía algunos años de formaciones nuevas y el éxito que prometían tener algunas de ellos, como Ciudadanos -que no ha presentado candidatura a los presentes comicios- o Podemos -que el pasado 23 de julio acudió a las urnas dentro de Sumar- provocaron que buena parte de la sociedad se decantara por estas opciones. También ha tenido que ver este descenso histórico con la ausencia en la última fiesta de la democracia del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), entre otras cuestiones relacionadas con el llamado voto útil que hizo, todo ello, que el número de partidos en la Cámara Baja ascendiera a 19.

El fin del bipartidismo ha traído consigo que el Parlamento en particular y la política en general haya dejado de ser cosa de dos partidos para convertirse en una cuestión de bloques. Esto ha quedado claro tanto en las elecciones anteriores como en las últimas, donde PP y PSOE debían asumir, fuera cual fuera el resultado, que necesitarían de un brazo derecho o izquierdo; aunque Alberto Núñez Feijóo se mostró más reacio a reconocer una realidad con la que, por otra parte, se ha chocado en las urnas.

Este mundo siempre ha sido una montaña rusa, ahora más que nunca, por lo que no es extraño -y cada vez debería sorprender menos- el baile de números y grupos. Con esa máxima presente, en esta pista salvaguardada por dos leones la entrada ha quedado ‘limitada’ a 11 partidos, que oficializarán su oficialización en ella a partir del próximo 17 de agosto, cuando se constituyan las Cortes.

Partidos con representación política en esta legislatura

  • PP: 136 escaños.
  • PSOE: 122 escaños.
  • Vox: 33 escaños.
  • Sumar: 31 escaños.
  • ERC: 7 escaños.
  • JxCat: 7 escaños.
  • EH Bildu: 6 escaños.
  • PNV: 5 escaños.
  • BNG: 1 escaño.
  • Coalición Canaria: 1 escaño.
  • UPN: 1 escaño.

Formaciones con representación en 2019

  • PP.
  • PSOE.
  • Unidas Podemos.
  • Vox.
  • Más País.
  • ERC.
  • JxCat.
  • PNV.
  • EH Bildu.
  • Navarra Suma.
  • PRC.
  • Compromís.
  • Coalición Canaria.
  • Nueva Canarias.
  • Teruel Existe.
  • CUP.
  • PDECat.
  • BNG.
  • UPN.

Feijóo lo tiene imposible

Con los resultados en la mano del pasado domingo, a PP y Vox no le dan los números como ellos esperaban, por lo que no formarán el tan ansiado por las partes Ejecutivo de coalición. La pasada tarde, el líder del Partido Popular aseguró haber iniciado el diálogo con varios grupos para tratar de sumar, pero se ha quedado completamente solo, ya que el único que le ha recogido el guante ha sido Unión del Pueblo Navarro (UPN).

Del resto, y mientras el gallego insiste en que gobierne la lista más votada habiéndoselo saltado en otras partes del mapa como Extremadura -sin duda, el ejemplo más reseñable por la promesa incumplida de su candidata, María Guardiola- nadie ha alicatado la confianza en el responsable ‘popular’, ni tan siquiera la extrema derecha, quien no ha respondido todavía a la propuesta. Del resto, tanto el PNV como Coalición Canaria le han dado directamente portazo.

Sánchez confía

En el otro lado del tablero, en el PSOE confían en revalidad el gobierno progresista y que éste sea más pronto que tarde una realidad, aunque aseguran no tener prisa y que no tienen ningún problema en esperar hasta después de que se constituyan las Cortes. La relación pasa especialmente por Junts, que tiene la llave del Ejecutivo y, con ello, del país para los próximos cuatro años.

La formación ha afirmado que la voluntad de los partidos no es “bloquear” nada sino “desbloquear el conflicto entre Cataluña y España, que lleva tanto tiempo existiendo y persistiendo”. En esta dirección, los neoconvergentes se refieren a dos elementos básicos que tendrían que ponerse sobre la mesa para favorecer la investidura de Sánchez: el referéndum acordado y la amnistía -de hecho, el propio Carles Puigdemont entraba en campaña después de los comicios, en el momento mismo en el que era detenida la eurodiputada Clara Ponsatí-. Sin embargo, el PSOE ha dejado claro por activa y por pasiva que no cederá terreno ante ninguna de estas cuestiones.

El presidente del Gobierno celebraba desde el balcón de Ferraz el pasado domingo que el “bloque involucionista” saliera derrotado de las urnas, un éxito a todas luces, sobre todo si se tiene en cuenta que las encuestas daban la mayoría absoluta entre los ‘populares’ y la ultraderecha poco menos que asegurada, que esperan culminar. De este modo, aunque desde la formación catalana prometen vender caro a los socialistas su abstención, en la sede madrileña hablan de “las dos almas” que componen la fuerza independentista y esperan que Junts rebaje sus exigencias.