La líder autonómica del Partido Popular María Guardiola ha entonado este jueves su discurso de investidura en el Parlamento de Extremadura y será este viernes cuando, tras la votación, se oficializará su nuevo cargo como presidenta de Extremadura. Es así como sella su decisión de pactar con la ultraderecha para hacerse con el Ejecutivo regional y arrebatárselo al PSOE pese a que fue la fuerza más votada.

Tras los resultados autonómicos del 28 de mayo, pese a que la lista más votada fue la socialista de Guillermo Fernández Vara, Guardiola se postuló como la potencial nueva presidenta de Extremadura, siempre que se hiciese con el aval de la extrema derecha para conformar gobierno. En un primer momento, y sosteniendo su postura durante varias semanas, la líder popular rehuyó de este escenario, renegando de pactar con un partido que “niega la violencia machista, que deshumaniza a los inmigrantes, que tira a la papelera la bandera LGTBI”, señaló.

Finalmente, un mes después de los comicios de mayo, Guardiola cedió para pactar con Vox y evitar manchar la campaña electoral de Núñez Feijóo de cara a La Moncloa. Un giro de 180 grados que no dejó indiferente a nadie, especialmente por declaraciones previas que apuntaban a una dirección totalmente contraria: “Tengo un compromiso de gobierno en solitario y no voy a gobernar con nadie. Pero aceptaré el apoyo de Vox si desean lo mismo, que entiendo que desearán un cambio en esta tierra”, señaló en otra ocasión, insistiendo en que no haría falta que la ultraderecha entrase en el ejecutivo autonómico.

Fue el 20 de junio, cuando Vox se negó a facilitar la investidura, cuando Guardiola calentó aún más su discurso subrayando su intención de gobernar en solitario y postulándose, como un espejismo, como la dirigente ‘popular’ que rehuía de los pactos con Vox, a diferencia de otros ayuntamientos y gobiernos autonómicos: “En Vox sólo he encontrado zancadillas, desunión y ansia. Todo se ha teledirigido de Madrid porque, ¿qué importa Extremadura? Hoy se ha presentado el capataz del señor feudal. Hoy ha venido el líder de Vox a decir a los extremeños qué tenemos que hacer y qué no”, sentenció, un dardo dirigido directamente a Santiago Abascal.

Papel mojado. A finales del mes de junio, la líder del PP extremeño comenzó a cambiar progresivamente su discurso, abriéndose así a las negociaciones con la extrema derecha, a la que tildó como “un partido constitucional”. Finalmente, todo quedó sellado. Guardiola le otorgó a Vox la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, además de haber dejado por escrito un acuerdo programático entre ambas formaciones de 60 medidas centradas en “el paro, la pobreza, la falta de oportunidades y la despoblación”.

Discurso de investidura

Desde el pleno del Parlamento extremeño, Guardiola ha subido este jueves a la tribuna para dar a conocer sus aspiraciones en el gobierno regional y la propuesta que pondrá en marcha cuando sea investida presidenta este viernes con el apoyo que le desee brindar la Cámara. “Es el inicio de la transformación de la comunidad. Mi legislatura tendrá los pilares de la confianza de las urnas. Extremadura pidió cambio y, nosotros, como sus representantes, cumpliremos”.

La dirigente extremeña ha vertebrado su programa de Gobierno en un esquema de diez puntos, entre los que se encuentran medidas económicas y sociales. “Si la Cámara me otorga su confianza, mi primer objetivo será asumir estos diez retos, diez puertos a los que quiero llegar porque son fundamentales. Primero, convertir Extremadura en una región fiscalmente atractiva. Segundo, reivindicar e impulsar las infraestructuras para la conectividad y competitividad. Tercero, implementar la transformación digital como un elemento central de las políticas de cambio y modernizar el tejido productivo. Cuarto, respaldar a ganaderos y agricultores para que su actividad sea viable, rentable y respetada; prestigiar el campo como base de la economía del siglo XXI. Quinto, un pacto por la sanidad que garantice una atención digne, que mejore las infraestructuras y reconozca a los sanitarios. Sexto, un pacto de educación por y para todos, que apueste por la FP y la Universidad como bases del empleo. Séptimo, logar la igualdad plena y efectiva para que todos los extremeños desarrollen sus carreras en libertad, además de frenar cualquier tipo de discriminación a las mujeres. Octavo, convertir Extremadura en una potencia cultural y artística potenciando el talento. Noveno, activar el desarrollo induasctri9al y eliminar las barreras administrativas. Diez, frenar la despoblación: conseguir que sea un territorio de oportunidades para los jóvenes y los cuidados que merecen los mayores”, ha enumerado.

“Mi falta de experiencia política me ha jugado alguna mala pasada, pero no debe ser un demérito sino una ventaja, sin mochilas ni dependencias del pasado. Quiero mirar a Extremadura con ojos de alcaldesa, que el municipalismo centre nuestro mandato, abrir las puertas de la Junta, y que la Extremadura oficial sea reflejo de la Extremadura real”, ha entonado esperanzada ante la Cámara regional.

Tal y como ha rememorado, Guardiola ofreció al socialista Fernández Vara tres pactos para impulsar dentro del Ejecutivo los cuales, según ha afianzado, siguen vigentes. Estos se resumen en tres ejes: sanidad, educación y financiación.

Tal y como ha rememorado, Guardiola ofreció al socialista Fernández Vara tres pactos para impulsar dentro del Ejecutivo los cuales, según ha afianzado, siguen vigentes. Estos se resumen en tres ejes: sanidad, educación y financiación. En este orden, ha puesto sobre la mesa un pacto por la sanidad “como deber institucional, abierto a la participación política, agentes sociales y profesionales”, en materia educativa, recoge una de las medidas que ya se han planteado -y en otras en las que ya está vigente- la gratuidad de la educación de 0 a 3 años.

Uno de los aspectos que más quebradero de cabeza ha traído a la población extremeña han sido las infraestructuras ferroviarias, por las que Guardiola exige un cambio inmediato: “Voy a exigir la finalización del AVE en la región, incluyo la conexión ferroviaria directa entre Madrid-Lisboa. (…) Extremadura también debe estar conectada con el resto de España, el Estado nos lo debe por la redistribución de las inversiones y el equilibrio territorial, lo exigiremos al Gobierno”, ha garantizado, a la par que ha señalado que desde Génova, especialmente en alusión a Núñez Feijóo, se comprometerá de lleno con la región en caso de salir victorioso en las elecciones generales del 23 de julio.

En relación al campo, el sector con mayor peso de la comunidad autónoma, Guardiola ha esgrimido su relevancia y su compromiso para con sus trabajadores: “La agricultura y ganadería son los catalizadores de la lucha contra la despoblación. (…) La gente del campo mueve la economía rural”, ha afirmado.

A lo largo de su discurso, también ha anunciado que asumirá “directamente” las competencias de Igualdad para “garantizar su carácter prioritario”. Un anuncio más que notable teniendo en cuenta el background de sus tiranteces con Vox al principio y el discurso de negacionismo de la ultraderecha en torno a la cuestión. “Mi falta de experiencia política me ha jugado alguna mala pasada”, ha valorado al respecto.

En la recta final de su discurso, Guardiola ha garantizado su actitud política al frente del mando gubernamental extremeño: “Seré una presidenta dialogante, plural, ambiciosa y seré la presidenta de todos. El primer paso del mañana se da ahora y, para tales propósitos, solicito la confianza de esta Cámara”.

Críticas hacia la gestión de Fernández Vara

En dirección al anterior liderazgo socialista en la región, encabezado por Guillermo Fernández Vara, el discurso de la dirigente popular se ha visto dividido entre los agradecimientos al barón del PSOE por su “entrega” hacia Extremadura y “los avances alcanzados en las últimas décadas”, aunque han sido más los reproches dirigidos. “Esta tierra ha progresado, pero de forma mucho más lenta que otros territorios. Extremadura tiene talento, es innovadora y rica en recursos y patrimonio”, ha comenzado esgrimiendo ante este aspecto.

“Hay un hecho incontrovertible: el conformismo de la clase política que ha dirigido esta tierra durante décadas. Ha sido un lastre para el impulso de nuestra región. Como si avanzar fuera una temeridad, como si la alternancia fuera algo peligroso. Han intentado divulgar la idea de 'más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer', un mantra paralizante con el progreso”, ha sostenido con firmeza en clara alusión a la oposición.

Para sostener su postura, ha emulado a los ejemplos de otras regiones, tales como Andalucía o la Comunidad de Madrid: “Aventuro que en esta Asamblea alguien anunciará un retroceso en derechos sociales, alguien basará su discurso en el manido cuento de ‘que viene el lobo’, pero ya nos han contado otras veces esta historia. (…) Los agoreros anunciaron el fin del Estado del bienestar en Andalucía, pero Juanma Moreno ha alcanzado un amplísimo respaldo social con una mayoría absoluta. El lobo no apareció en Andalucía o Madrid, y no se le verá por Extremadura”, ha garantizado.