Vox sigue siendo un quebradero de cabeza para el Partido Popular. En Génova 13 son muy conscientes de que la única posibilidad que tiene Pablo Casado de llegar a La Moncloa pasa por mantener una buena relación con la extrema derecha. Sin embargo, los populares temen que un exceso de afinidad acabe derivando en un ascenso de los de Santiago Abascal a costa del PP.

Por ello, la manifestación de este 13 de junio en la plaza de Colón contra los indultos que el Gobierno central pretende conceder a los presos del procés trae de cabeza al PP. Pese a que de puertas para fuera la versión oficial de los populares sea que la segunda foto de Colón junto a la extrema derecha no les hará daño, internamente el mensaje es muy distinto y no hay consenso. Tal es la fractura que hay dentro del PP, que dos pesos pesados como Alberto Núñez Feijóo y Juan Manuel Moreno Bonilla ya han anunciado que no van a acudir a la concentración.

El primero en bajarse del barco fue el presidente de la Xunta, máximo representante del ala moderada del PP y quien nunca ha ocultado su animadversión hacia la extrema derecha. Pese a que Feijóo aseguró que existen “razones poderosas” para acudir a la manifestación, adelantó que él no estaría por “motivos de agenda” –tiene previsto reunirse el lunes 14 en la Santa Sede con el Papa Francisco-. “Primero está la agenda institucional y después el resto de compromisos. La agenda institucional es la prioritaria para cualquier político medianamente responsable, y yo intento ser un político responsable”, subrayó el dirigente gallego el pasado 2 de junio.

Idéntico camino ha recorrido este lunes el presidente de la Junta de Andalucía, Moreno Bonilla, otro representante de la moderación dentro de las filas populares, quien también ha alegado “motivos personales” para ausentarse de la manifestación de Colón, aunque, al igual que Feijóo, ha rechazado los indultos y ha defendido la presencia del PP.

Un descosido a Casado que en los próximos días puede incluso ser un roto si el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, también esquiva la foto con Vox. De momento, el dirigente popular ha lanzado balones fuera, intentando evitar confirmar si estará o no en la protesta. En este sentido, solamente ha apuntado que la asistencia de su “humilde persona” no cree que “aporte o deje de aportar”.

De esta manera, los barones que sí estarán arropando a Casado serán la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien confirmó su presencia antes incluso que el líder del PP, y el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras –ambos representantes del ala más radical de los populares-.

Asimismo, también estarán en Colón el alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, y la siempre polémica Cayetana Álvarez de Toledo, que lanzaba en declaraciones a El País el siguiente dardo en forma de reflexión a los moderados populares: “Sería un ejercicio de cinismo monumental aceptar los votos de Vox para gobernar y negarte a ir a una manifestación con ellos. Les animaría a no tener ninguna vergüenza ni complejo a hacerte una foto con quien gobiernas y con gente distinta a ti con la compartes la defensa del orden constitucional”.

Una petición de Álvarez de Toledo a la que Casado y su entorno han hecho oídos sordos, apostando por continuar con la estrategia de justificar la presencia del PP junto a Vox señalando que al contrario de la primera foto de Colón, en esta ocasión la manifestación no la convocan los partidos, sino la Plataforma Unión 78. “Lo importante no es la foto o la no foto, lo importante es por qué se moviliza la sociedad civil. Nosotros no convocamos. Estaremos en la plaza gente que ha votado cosas distintas, pero que compartimos que no queremos ir detrás de un Pedro Sánchez que ha decidido tirarse por un barranco”, subrayaba recientemente la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra.

Unas maniobras del PP que Vox ha aprovechado para usar a su favor y cargar contra Casado y los suyos. “Si les preocupa tanto la foto, nosotros no queremos fotografiarnos con los que son tan tibios”, replicaba el portavoz de la formación ultra en la Cámara Baja, Iván Espinosa de los Monteros.