El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (i), conversa con el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Heranando (d), al inicio de la sesión de control al Gobierno celebrada hoy en el Congreso de los Diputados. EFE



La convulsión que sacude al Partido Popular tras las elecciones del 24-M puede servir, en opinión de algunos cargos destacados del PP, para que el presidente del Gobierno "tome la iniciativa política" porque el panorama que se dibuja con los resultados de las urnas puede llevar a la "ingobernabilidad" en muchos territorios. Para estos dirigentes "todos estamos haciendo autocrítica", pero "lo importante no es un simple cambio de caras y cargos, lo importante es recuperar la iniciativa" que, a su juicio, ahora la tiene Podemos.

Imagen de desconcierto y sin mando
Mariano Rajoy no compareció la noche electoral. José Luis Rodríguez Zapatero sí lo hizo en mayo de 2011 para asumir la responsabilidad de la derrota de sus alcaldes y candidatos autonómicos. El presidente del Gobierno y del PP compareció el lunes "y al menos no lo hizo con un plasma, sino en rueda de prensa y aceptando preguntas de los periodistas". El problema, señalan, es que el único mensaje que transmitió es que el PP ganó las elecciones y que él será el candidato a las generales cuando podía haber enviado un mensaje de "liderazgo", en opinión de diputados y senadores del PP consultados por ELPLURAL.COM.

Sin estrategia de pactos
La cuestión es que "el lunes por la mañana solo había sensación de derrota, de batacazo absoluto pero nadie se preocupó de hablar de una estrategia, de qué hacer ante el nuevo panorama político", señalan dichas fuentes que consideran que el PP lo tiene difícil para encontrar con quien llegar a acuerdos "pero nada es imposible".

Contradicciones en Extremadura y Andalucía
Lo que sí reprochan a Rajoy es la sensación de falta de estrategia y de iniciativa política, porque "si hubiéramos tenido la misma noche electoral una hoja de ruta, probablemente no se hubiera producido la desbanda de dirigentes que se produjo el lunes", en relación a los anuncios de Juan Vicente Herrera, Fabra, Rudi y Bauzá de dejar el partido tras las generales.

La situación es aún más "rocambolesca", porque mientras José Antonio Monago anunciaba que, "por coherencia", debía gobernar la lista más votada en Extremadura (PSOE), en Andalucía el PP ha bloqueado "por pura venganza" a Susana Díaz "que nos ha sacado 9 puntos de ventaja".

Por tanto, algunos cargos del PP sostienen que no se puede decir una cosa en un territorio y la contraria en otro y, sobre todo, que "no podemos pasarnos la campaña exigiendo que gobierne la lista más votada, incluso anunciar leyes sobre eso, y luego bloquear gobiernos que han ganado claramente las elecciones".

El "esperpento" de Esperanza Aguirre
Sin una estrategia definida a nivel nacional, con contradicciones según territorios, la guinda  ha sido la reacción de Esperanza Aguirre, que muchos en el PP consideran "puro esperpento", porque  no se puede salir ofreciendo "una sopa de letras para hacer un cinturón sanitario contra Podemos cuando ella denunció las sopas de letras, las coaliciones de perdedores y los cinturones sanitarios". Si ya dio sensación de desesperación ofrecer la alcaldía a Carmona (PSOE), que se haya descolgado ofreciendo un acuerdo a Manuela Carmena tras el no de Carmona "roza la histeria, por no decir que no se sabe si reír o llorar".