Juan Espadas ha hecho de todo en la política: jefe de Gabinete, viceconsejero, consejero, concejal opositor y alcalde de Sevilla, parlamentario en la oposición y secretario general del PSOE en Andalucía. Incluso, se estrenó en octubre como ariete del Ejecutivo de Sánchez por la amnistía, en la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado. Lo había hecho todo, pero no a la vez.

¿Cómo se las apañará?, “con mucho y más trabajo”, responde cuando se le pregunta por el reto de compaginar su portavocía en el Senado con la oposición a la mayoría absoluta del PP de Moreno Bonilla en Andalucía. Espadas atiende a los medios con más expectación de la habitual en la previa al debate del estado de Andalucía del 29 de noviembre. Sin embargo, los temas no versan exclusivamente sobre Andalucía, sino que adquieren resonancia nacional.

En parte, eso es lo que buscaba el PSOE: desdibujar la concéntrica confrontación que lidera Díaz Ayuso desde Madrid. Además, Espadas espera generar un debate incómodo entre los populares, “no lo oculto, Moreno Bonilla tiene un pequeño-gran problema, que el líder de su partido tiene un modelo de financiación autonómica diferente al suyo”.

Es decir, el PSOE quiere quitar minutaje mediático a la M-30 y desnudar las diferencias que hay dentro del Senado entre los líderes autonómicos del PP y del propio Núñez Feijóo, “ahí quiero arrastrar a Moreno Bonilla”. La estrategia socialista haría al PP preso de su éxito territorial, resaltando la división de su mayoría absoluta de 144 senadores.

De hecho, el primer paso de Espadas en el ámbito nacional es proponer acuerdos al PP en materia de financiación autonómica. Ya este 28 de noviembre asiste a Madrid a la Comisión General de Comunidades Autónomas para proponer acuerdos de financiación. Espadas afirma que los dos partidos mayoritarios tienen la “obligación de contribuir a que haya acuerdo de financiación autonómica”, ya que los intereses de otras fuerzas políticas de “un ámbito territorial muy concreto ya las conocemos”. El exalcalde de Sevilla deja la pelota en el tejado popular, a ver si quieren jugar con él a hacer políticas de Estado.

Cuestión mediática

El nuevo portavoz socialista del Senado tendrá que hacer frente a un PP con mayoría absoluta. Más que una pedrea, cualquiera diría que su nueva función es una pedrá, ya que poco podrá conseguir en la cámara alta. Sin embargo, se muestra ilusionado, “estamos ante una legislatura donde la actividad en la cámara territorial va a ser intensa”, dada la estrategia de oposición popular.

Espadas va al frente de confrontación sabiendo que así ganará foco mediático, algo que ha dejado entrever varias veces como una debilidad propia. En gran parte de Andalucía, el líder del PSOE-A no es un rostro familiar. Así, el vapuleo del Senado emerge como una oportunidad “para que un modesto portavoz de la oposición (…) que tiene las posibilidades que tiene de aparecer en medios de comunicación pueda hacer llegar su mensaje a más andaluces”.

De esta manera, el líder del PSOE en Andalucía deja entrever una queja por su relevancia mediática. De hecho, el PSOE dará en el debate autonómico del Parlamento un paso que se prevé polémico: propone regular la publicidad institucional de administraciones con medios de comunicación que hayan sido condenados por difundir mentiras y atentar contra el derecho al honor, ya sea el propio medio o algún periodista condenado en su plantilla.

“La injerencia” en la libertad de información “debe estar muy justificada, pero hay motivos”, para afirmar que el “PP no hace ninguna distinción a la hora de financiar a través de planes medios” a medios o periodistas condenados por divulgar falsedades.

El PSOE–A propone el debate apoyándose en las recomendaciones deontológicas ya emitidas por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE). En Andalucía, los Colegios y Asociaciones profesionales de periodistas acaban de reaccionar a la inversión del Ayuntamiento de Sevilla a medios condenados.

Medidas replicables de otros territorios

Espadas se define como el inminente “acicate” del PP en la cámara territorial. De hecho, en Andalucía presentarán medidas que ya han funcionado en otros territorios. Una de ellas pasa por devolver el debate a las cosas mundanales que probablemente afecten al ciudadano, como la fiscalidad y las hipotecas.

La oposición propondrá en Andalucía, como ya se implementó en la Comunidad de Valencia y en las Islas Baleares, una deducción fiscal para las familias afectadas por el incremento de las hipotecas variables. Proponen una reducción autonómica del IRPF por el incremento de hipotecas para las rentas que no superen los 33 mil euros individualmente, 50 mil euros conjuntamente y 75 mil euros de patrimonio.

Espadas también pide al líder del PP andaluz que se dupliquen los beneficios fiscales para las rentas medias y bajas y saca a relucir el rechazo al recurso de inconstitucionalidad que la Junta de Andalucía planteó al impuesto de las grandes fortunas. La oposición afirma que el PP “miente” cuando afirma que aumenta la recaudación fiscal cuando se suprimen los impuestos a las grandes fortunas. De hecho, según cálculos socialistas, si la recaudación fiscal crece en Andalucía, lo hace gracias al incremento del PIB y a la lucha contra el fraude fiscal.

La nueva estrategia del PSOE pasa por devolver el debate al mundo terrenal, las preocupaciones que acucian desde el bolsillo cada fin de mes por un lado. Por otro, ensanchar las grietas de un PP donde Feijóo no ha ganado y sus varones y lideresa sí lo han hecho.