Esperanza Aguirre, candidata del PP a la alcaldía de Madrid, comparece para valorar los resultados electorales. EFE



El inicio de la comparecencia de Esperanza Aguirre en la noche electoral parecía simbólica. La candidata pedía agua con insistencia sin que nadie pareciera escucharla. Su rostro, en efecto, mostraba que lo que se aparece ante ella, todo lo indica, es el desierto.

"Comparezco como presidenta del Partido Popular de Madrid para decirles que hemos sido el partido más votado, tanto en la Comunidad, como el resto de los municipios, incluido Madrid, ha sido el más votado en 119 de los 179 elecciones"... Y con voz mortecina ha ido dando un aburrido listado de poblaciones donde ha sido la lista más votada.., pero en muchos de ellos de manera minoritaria, por lo que no podía tapar su sentimiento, el que se le escapaba por los ojos: el de derrota.

"Tendríamos la Alcaldía"
"En el Ayuntamiento de Madrid como candidata hemos obtenido 21 concejales", ha insistido Aguirre, antes de hacer una lectura que ella sabe que es ficción: "De acuerdo con la ley como partido más votado tendríamos la alcaldía", ha dicho en un último intento de engañarse a sí misma.

Pero después ha tenido que rendirse a la evidencia: "hemos recibido el mensaje de los madrileños -ha dicho por fin-, porque hemos pasado del 46 al 34%, y ahora lo que puedo decir es que tanto si soy alcaldesa como si hay un pacto que me lleva a la oposición seguiré representándoles para respetar los principios liberales conservadores".

La derrota de Aguirre parecía aún mayor ante su negativa a aceptar los resultados e intentar explicar que sus votos han llegado "a pesar de circunstancias muy difíciles, y las mías de las últimas semanas como ya las han visto ustedes", en referencia a las noticias que se han publicado sobre ella.