Iván Redondo avisó hace meses del “momentum antipolítico” que padece la política española. La actualidad, atravesada por la desafección aseverada, sigue tomando dimensiones de polarización antológicas que invitan a extrañar el “bipartiditis”. Sin embargo, el director del Grupo Redondo ha advertido de que “tanto PSOE como PP trabajan ya técnicamente para Vox”. En un entorno de crispación y desmadre, “el duende verde” gana electores “tan sólo poniendo el cazo”, ha apuntado. Redondo, que prevé una “finalísima Vox-PP" que decidirá la posible pérdida de mayorías absolutas (Andalucía y Madrid), ha asegurado en La Vanguardia que “el Madrid DF “se aplaude a rabiar estos días” al hilo de lo del fiscal, mientras “se dispara al pie” y ha señalado que “el despiste estratégico del bipartidismo es mucho mayor que el de 2014” porque Vox “no es ni se comporta como Ciudadanos”.
Redondo, que parece haber vuelto a la órbita de Moncloa como asesor externo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cree que “hay que saber leer el momento” en referencia al “cosas que pasan” de Trump sobre Yamal Jshogyi. El consultor ha sostenido que Trump, Le Pen, Lula y Mamdani gobiernan “porque son estabilizadores ante los electores”. Los resultados de los comicios del 23-J cegaron al Madrid DF con “el sueño momentáneo del resurgir del peso del bipartidismo” que acabó siendo “un mero espejismo” que no se correspondía con “el chasis electoral” que venía rigiendo en España desde 2014.
Redondo ha afirmado en su artículo semanal que el conjunto del sistema estaba pensado “para que el bipartidismo repartiera estabilidad por doquier”. Pero hoy “el viejo bipartidismo” está por debajo del 60% porque, según Redondo, continuamos “sin resolver la convivencia democrática y con las reformas constitucionales pendientes de afrontar” antes del nacimiento de Podemos y Ciudadanos. El multipartidismo se consolida en el 2025 porque el viejo bipartidismo solo es apoyado otra vez por los longevos que son “incapaces de afrontar el malestar y el resentimiento”. Ello provoca una vía libre a un “autoritarismo” que “está remplazando al liberalismo, la socialdemocracia y la plurinacionalidad, como factor aglutinante del Poliedro España”, ha dicho.
La realidad electoral
La derecha, movilizada -como siempre- por la tensión de expulsar a Sánchez del poder, puede permitirse que la suma del “menguante PP” y el “creciente Vox” augure su victoria en escaños, aunque el PSOE pueda acabar como primera fuerza, ha adelantado. Redondo ha indicado que el propósito estratégico de la derecha autoritaria es mayor: “bloquear a la aritmética que se abrió en el vórtice de 2014”, porque “quieren mudar el malestar de bloque e impedir la aritmética plurinacional en el futuro”. Además, Redondo ha querido sentenciar que “el factor autoritario (centralista) solo puede ser vencido por el factor plurinacional (periférico) que no tiene a nadie que lo cuide en el DF”.
España, ha comentado Redondo, es “tozuda”, tanto que, para el que lo sabe ver y aunque parezca que tras cada elección España sea un país diferente al anterior, “España es estable en lo electoral ya que Sánchez está a tan solo dos meses de superar a José Luis Rodríguez Zapatero en días al frente de la presidencia”. Redondo ha comparado que el líder del ejecutivo ha conseguido “mantener una presidencia larga en el contexto del multipartidismo al que el Madrid DF no se termina de acostumbrar, mientras que Zapatero lo hizo cuando el máximo apogeo del bipartidismo”.
Redondo ha augurado que el voto protesta frente al bipartidismo-sistema “continuará su camino dejando el camino despejado a Vox para su crecimiento”. La caída del bipartidismo coincide con el “desprestigio de la clase política” y “la triada de energía, vivienda e inmigración”, y en esta cuita “el voto útil no existe”, ha concluido Redondo.