Adolfo Suárez Illana ha creado su propio gabinete en torno a la Secretaría Tercera de la Mesa del Congreso de los Diputados que ostenta desde el pasado mes de mayo, adoptando como primera medida el nombramiento del director de su “corte” en la persona del exdiputado regional del PP castellano-manchego, Jesús Rodríguez Camaño, ‘Chule’, que, paradójicamente, fue repudiado por María Dolores de Cospedal tras las fracasadas elecciones autonómicas de 2015 en las que la ex secretaria general del PP Perdió la presidencia de Castilla-La Mancha en favor del socialista Emiliano García-Page, que el pasado 26-M revalidó el cargo con mayoría absoluta.

Cospedal culpó directamente a Chule Camaño, director de Coordinación Informativa y Promoción Institucional del Gobierno autonómico de la exministra de Defensa (2011-2015), de su fracaso en las urnas, junto a otros dos amigos íntimos de Camaño, como fueron los también ex director general de Comunicación, Fernando Urrutia, y el consejero de Presidencia, Leandro Esteban. Los tres fueron apartados del PP por su fracasada dirección de la imagen y comunicación de Cospedal. Todo ello unido a la cuestionada gestión de los fondos publicitarios del “CospeLeaks”, asunto determinante para que Cospedal decidiera “cortarle la cabeza” al trío de su confianza, aunque Esteban fuera luego enchufado y Urrutia “hace pasillo” en el Grupo Popular de las Cortes “gracias a que es cuñado de Agustín Conde, quien pidió clemencia para Fernando”, reconocen a ElPlural.com fuentes del partido. Sin embargo, no es menos cierto que Fernando Urrutia forma parte de la plantilla del PP desde hace tres décadas.

Amigos de ‘La fragoneta’

Tras el fracaso de Cospedal en las urnas y la negativa de ésta a recolocar a Rodríguez Camaño, “Chule” se tuvo que buscar la vida en Madrid. “Alguien le encontró acomodo en una empresa dedicada a la publicidad y de comunicación”, añaden nuestras fuentes, hasta que en septiembre de 2018 Adolfo Suárez Illana lo rescató de “la indigencia salarial de los 1.500 euros que ganaba”, ironizan, para que llevará las riendas de la nueva Fundación Concordia y Libertad, fundada ese mismo mes por el presidente del PP, Pablo Casado, y anunciada a bombo y platillo en la plaza de Ávila que lleva el nombre del progenitor de Suárez. Se trata una “think tank” que pretende sustituir a la FAES de José María Aznar. “Chule” volvía a renacer de la mano de su íntimo amigo Adolfo Jr, como se conoce coloquialmente a Suárez Illana en ciertos círculos.

Y es que Chule Rodríguez y Adolfo Jr. se conocen desde que el ahora secretario tercero de la Mesa de las Cortes fue candidato del PP a la presidencia del Gobierno de Castilla-La Mancha en las elecciones autonómicas de 2003. Ambos recorrieron los caminos de la tierra de Don Quijote en una furgoneta - denominada ‘La fragoneta’ por los medios de comunicación - acomodada para acoger a media docena de personas, entre las que se encontraba Rodríguez Camaño, que fue su fiel colaborador, además de llevarle la caótica agenda electoral que traía de cabeza a los periodistas y a los líderes populares por donde transcurría la caravana de Suárez Illana.

El rotundo fracaso del hijo de Suárez, que llegó a utilizar a su padre en un mitin de Albacete, a pesar de que el expresidente del Gobierno ya tenía claros síntomas de Alzheimer, convirtió a José Bono, su contrincante socialista en las urnas, en el candidato más votado en las elecciones autonómicas de 2003. La “paliza” fue de tal magnitud, que Suárez Illana se negó a tomar posesión de su cargo de diputado autonómico y desapareció de Castilla-La Mancha como había llegado, por la puerta de atrás y protagonizando decenas de polémicas.

Tras la espantada de Adolfo Jr, su amigo y colaborador permaneció en las Cortes de Castilla-La Mancha en condición de diputado regional hasta las elecciones de 2007 en las que Cospedal no incluyó a Rodríguez Camaño en su candidatura, si bien cuando se hizo con las riendas del Gobierno en 2011 lo llamó para que formara parte de su equipo más directo, con el resultado mencionado al principio de esta crónica.