La batalla por la Comunidad de Madrid está apunto de comenzar y los contendientes están pertrechando sus huestes para la campaña electoral. Los partidos mueven ficha para tener todo atado de cara a la que se presupone como cita trascendental que amenaza con poner en jaque la política nacional. La supervivencia de muchos actores principales está en juego y la condición de alternativa de otros, en tela de juicio.

Vox afrontaba esta cita electoral cargado de optimismo. La demoscopia esbozaba resultados esperanzadores para la ultraderecha madrileña, en estado de éxtasis tras el gran éxito en Cataluña. Sin embargo, con el transcurso de los días, esa euforia se ha convertido en preocupación.

Según informaron El Mundo y La Razón, algunas encuestas internas del Partido Popular mostraban el estancamiento e incluso la caída de Vox, lo que pondría en peligro la mayoría absoluta del bloque de las derechas. De hecho, los últimos sondeos publicados dan buena cuenta de ese freno a la fuerza ultraderechista.

Isabel Díaz Ayuso emerge como una amenaza para el impulso que Vox había tomado en este inicio de 2021. En las entrañas de la formación que comanda Santiago Abascal son conscientes de que muchos electores que podrían decantarse por él líder ultra en unas elecciones generales, en Madrid se arrogarán a la presidenta regional.

Vox es sabedor de que en estas elecciones no sólo se dirime la Comunidad de Madrid, sino el futuro del país. Por eso, la formación ultraderechista afronta la cita en clave nacional. “Ganar Madrid es absolutamente necesario y el primer paso para expulsar a Sánchez del Gobierno de España”, expresó Jorge Buxadé.

Ante este escenario, Santiago Abascal se ha ungido de poderes plenipotenciarios sobre la campaña electoral de Rocío Monasterio. Según revela El Confidencial y ha confirmado el propio dirigente en la Cadena COPE, el presidente de Vox será el que tenga un mayor protagonismo en la carrera hacia el 4 de mayo.

Abascal dirigirá la campaña de Monasterio y todo apunta a que tendrá una presencia total, acompañando a la candidata a todos los mítines y grandes actos agendados para las próximas semanas. Un movimiento que llama la atención en comparación con el resto de los partidos, donde no existe ese “tutelaje” hacia el candidato.

“Monasterio no necesita tutelaje”

La maniobra de Santiago Abascal se ha interpretado como un “tutelaje” a la candidata de Vox, Rocío Monasterio. Sin embargo, el líder de la formación ultraderechista ha negado que su fin sea el de controlar a su dirigente en Madrid.

El líder de Vox ha remarcado que “hay que afrontar las campañas con realismo” y, pese a que dice que su partido afronta con “buenas perspectivas generales” que quiere trasladar a la región, no ha dudado en remarcar la importancia de su movimiento. Considera que ser el director de campaña remarca el carácter de relevancia de estas elecciones.

Nosotros aspiramos a ser el Gobierno de la Comunidad de Madrid y que el PP nos apoye”, declaró el líder de Vox, quien ha negado por completo que la decisión sea un método para controlar a Rocío Monasterio. “No necesita tutelaje”, espetó el dirigente ultraderechista, quien justificó su maniobra con el “asalto de la extrema izquierda” a la región.