Aunque a veces parezca que todo sigue igual, el 15M puso de manifiesto cuestiones que hasta entonces pasaban desapercibidas, aunque algunas se hayan traducido en mejoras para la ciudadanía y otras no tanto. Así lo expresa Juan Carlos Monedero. El que fuera uno de los fundadores de Podemos dice a ElPlural.com que el 15M cumplió “más o menos” con sus objetivos y añade: “Lo que sí diría es que mereció la pena, porque sembró semillas de muchas cosas, algunas están germinando y otras germinarán”.

Y es que resulta casi imposible aventurar si el 15M ha logrado en todo este tiempo lo que entonces se propuso. Si nos centramos en su relación más directa con el partido que ‘heredó’ el grito del cambio, podría decirse que sí en tanto en cuanto ha conseguido entrar en el Gobierno en apenas seis años y que no; si atendemos a los últimos resultados electorales y los comparamos con los de las primeras elecciones a las que se presentó.

Pero el 15M implicó mucho más que la aparición de un partido, tal y como explicamos en otro reportaje ¿Qué queda del 15M?, y varios de sus efectos siguen vigentes hoy en día.

Hay una sensación generalizada de que pudo ser y no fue. Sin embargo, quizás sería más acertado decir que no fue del todo. Así lo resume, Ovidio Bustillo, un yayoflauta que participó de manera activa en el movimiento.

Este longevo demócrata celebra que consiguieron “crear la conciencia de que la democracia es algo más que votar cada cuatro años”, aunque lamenta que desde entonces se ha constatado lo difícil que es “cambiar las cosas”.

En este sentido, condena lo complicado que es hacer política “en clave 15M”, así como la represión que siguen sufriendo algunas “expresiones pacíficas”.

 
Imagen panorámica de las protestas en la Puerta del Sol. EP
Imagen panorámica del 15 M de noche. Europa Press
 

“Hacer posible lo imposible”

Profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) e Investigadora Social especializada en opinión pública y comportamiento político, Berta Barbet considera que el 15M no nace con un objetivo claro y, por lo tanto, éste no pudo cumplimentarse. Asimismo, reconoce que se logró “avanzar en muchas cosas”, aunque en menos de las que se esperaba.

Asimismo, apunta a una “renovación del sistema de partidos” tanto por parte de éstos como de la percepción ciudadana y dice, además, que el 15M “cambió el discurso para incorporar nuevas voces”.

En una línea similar, la Doctora en Ciencias Políticas e investigadora Ramón y Cajal en el departamento de Ciencia Política y Derecho Público, también de la UAB, Carolina Galais; defiende que el 15M consiguió romper con el “establishment” marcado, que la gente se interesara más en política, enfatizar los procesos horizontales “como nunca antes se había visto en nuestro contexto” e, incluso “frenar algunas medidas que conducían a un deterioro de lo público”.

Juan Carlos Monedero mantiene que en diez años el movimiento ha sido capaz de “acabar con el bipartidismo”, poner en duda una monarquía “cuya legitimidad estaba por encima de la legitimidad democrática”, así como el “capitalismo clientelar” –a partir de hechos como el encarcelamiento de Rodrigo Rato- y un acercamiento entre vecinos y política municipal.

“El 15M fue una explosión popular, que como ocurre en las revoluciones hizo posible lo imposible. Cosas que parecía que no podían ser empezaron a ser. El hecho de que un partido como Podemos pueda gobernar estando a la izquierda del PSOE es inconcebible sin el 15M”, desliza.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se dan la mano durante una reunión, ambos en el Gobierno de coalición
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, en sus cargos de presidente y vicepresidente del Gobierno se dan la mano tras una reunión. Europa Press

Asignaturas pendientes

Los políticos actuales tienen aún deberes por hacer, también los que en su día encarnaron los valores del 15M. Entre las asignaturas pendientes, Monedero da prioridad a la superación del modelo neoliberal: “Hemos metido en la cárcel a parte de los corruptos, falta meter a los corruptores. Los partidos políticos (PP y PSOE) siguen dando bandazos”. En este sentido, el cofundador de la formación morada sostiene que el 15M “no venía con respuestas, sino con preguntas”, y que muchas de esas aún no se han respondido.

Algo similar decía Iñigo Errejón, actual líder de Más País y también uno de los fundadores de Podemos en una entrevista concedida este jueves a RTVE: “Es posible que a alguno le lleve al cinismo y diga que no sirvió para nada. En la historia, las cosas no son lineales (...), pero el movimiento encontrará otros cauces para afrontar los retos que están por resolver”.

Barbet refleja el descontento por parte de los ciudadanos con cualquier partido, sin excepción. También de gente que en su día votó a Podemos y hoy se siente huérfana electoralmente hablando: “Hoy hay más gente que se siente representada en un partido, pero esto no significa que esta gente esté en mejores condiciones socioeconómicas, ni que su visión del sistema sea mucho mayor”.

Un análisis similar de la situación actual hace Galais, quien cree que el 15M no ha conseguido la mayor parte de sus objetivos –abstractos y ambiciosos- aunque no por ello haya que despreciar sus efectos.

'Indignados' acampada
Los 'indignados' acampan durante las protestas. Europa Press

Un movimiento de largo recorrido

En los últimos años se han sucedido protestas por infinidad de motivos. Sin embargo, el 15M se recuerda y analiza –o reanaliza- cada año. ¿Por qué?

Más allá de que supo concentrar bajo unas siglas los principales problemas de los españoles, para Galais, las claves de su éxito se encuentran también en su transversalidad, entendiendo ésta como un “punto de inflexión” que dio paso a una nueva generación política. 

Mientras tanto, Barbet lo asocia a una continuidad en el tiempo y a los elementos diferenciales que se dieron entre éstas y otras manifestaciones: “La mayoría de propuestas tienen un recorrido muy concreto, pero el 15M implicó una gran movilización que se alargó. Además, generó mucho interés ciudadano (…) Esto les dio una visibilidad mediática superior a la de otras protestas más concretas”.

Sea como fuere, y teniendo en cuenta sus logros y fracasos, el 15M sigue posicionándose diez años después como una de las más grandes manifestaciones– sino la más- en nuestro país. Es imposible entender el escenario político actual sin recurrir a él. Esa y la constatación de lo que el pueblo es capaz a través de la movilización y la solidaridad ciudadana son, seguramente, dos de las máximas evidencias que nos dejó aquel mayo de 2011.

Varias personas recorren Valencia seis años después del 15M
Varias personas recorren Valencia en el sexto aniversario del 15M. Europa Press