El Gobierno de Pedro Sánchez ya trabaja a pleno rendimiento para cosechar el apoyo mayoritario del Congreso de los Diputados y aprobar los Presupuestos Generales del Estado. El Ministerio de Hacienda mantuvo este miércoles los primeros contactos con Más País, Compromís y PRC. La ministra, María Jesús Montero, y el director de Gabinete del Ministerio han comenzado sondeando a los grupos minoritarios, por lo que se espera que en los próximos días se citen con BNG, Teruel Existe, Nueva Canarias y PNV. Los grandes grupos serán los últimos, pero el calendario apremia y el Gobierno debe decantarse: ¿Esquerra Republicana (ERC) o Ciudadanos? En los últimos meses Sánchez ha apostado por los naranjas pese a los constantes avisos de los independentistas. No obstante, la reforma planteada para la renovación del CGPJ puede dar un nuevo giro y cambiar el devenir de los acontecimientos.

Desde que Sánchez se acercara a Inés Arrimadas para aprobar la prórroga del estado de alarma la relación con Ciudadanos ha mejorado considerablemente hasta el punto de que el presidente considera que deben ser sus socios prioritarios, además de Unidas Podemos. El diputado y portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, ha advertido en no pocas ocasiones que no formará parte de la ecuación si los naranjas se encuentran al otro lado de la mesa. Un ultimátum que no parece perturbar a Sánchez, quien sigue en sus trece.

Con este tapete, ERC trataba de jugar sus cartas conminando a Pablo Iglesias a presionar a Sánchez para que apruebe los Presupuestos con el bloque de la investidura y no con la bancada naranja. Sin embargo, fuentes consultadas por ElPlural.com admiten que de momento no han tenido éxito, pues “Iglesias tiene un objetivo, que haya Presupuestos a cualquier precio”; y “mientras se cumpla lo pactado en el programa de investidura le es indiferente si Ciudadanos se suma”. “De momento, es decepcionante”, lamentan.

El giro

Todo parecía apuntar a que Sánchez encontraría en Arrimadas una fiel escudera en su senda hacia los Presupuestos. Hasta el martes. PSOE y Unidas Podemos presentaron su propuesta de reforma de renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para sortear el bloqueo del PP rebajando la mayoría necesaria en el Congreso para concretar los nombramientos de tres quintos a mayoría absoluta no reforzada.

A juicio de Ciudadanos, es una incitativa “vergonzosa” e “intolerable”, y asesta un “mazazo” a la separación de poderes. “Lo que hay que hacer es despolitizar el CGPJ para que los jueces elijan a los jueces, no politizarlo aún más para repartírselo con los separatistas”, escribió Arrimadas en Twitter.

El portavoz  adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, lamentó que se confirmaba “la infamia” de "querer darle el CGPJ a la mayoría Frankenstein", como denomina la formación naranja al conjunto de partidos que sustentan al Gobierno de Pedro Sánchez.

El malestar es tal en la formación naranja que ERC augura que la brecha abierta podría alejar a Ciudadanos de los Presupuestos y, entonces, aprovechar esa ventana de oportunidad. Fuentes de Esquerra admiten que “nos viene bien” este choque y tratarán de aprovecharlo.