Lara Carrasco, presidenta de Lucha Contra la Corrupción (Corruptil), cree que “estamos viviendo un momento histórico” con juicios como el de la Gürtel o las tarjetas black, porque “en España que prospere una causa contra la corrupción es un milagro, a pesar de que es la segunda preocupación de los españoles”.

Esta abogada, que lleva desde 2014 al frente de su asociación, denuncia que “no hay ni un solo euro público destinado a la lucha contra la corrupción, a pesar de que ésta detrae uno de cada cuatro euros de la contratación pública, el 25% del dinero de las contratas públicas”.


90.000 millones al año
Según la Cámara Nacional de Mercados y Competencia, la corrupción tiene un coste total de casi 90.000 millones de euros cada año, de los que 47.600 millones de euros defraudados se corresponden con sobrecostes en la administración del Estado por las deficiencias en el control de las contrataciones públicas. Los otros  40.000 millones se derivan de forma directa e indirecta de las múltiples formas que tiene la corrupción.

Lara Carrasco ha denunciado el complicado entramado empresarial vinculado al Partido Popular y, en particular, a los Aznar Botella, detrás de la venta de viviendas del IVIMA y la EMVS a fondos buitres; una investigación minuciosa de la que hemos hablado en este diario.

España y el GRECO
“Hay que explicar a los ciudadanos que por un lado Hacienda recauda y por el otro tenemos un agujero enorme por el que se va buena parte de nuestro dinero. Las medidas contra la corrupción no son promovidas por organismos públicos, sino por las pocas asociaciones que existen. Sin embargo, España se ratificó en el Greco” [Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO, por sus siglas en inglés)]

Greco es una institución creada por el Consejo de Europa y al que se han adherido 49 estados. Se encarga de hacer las recomendaciones necesarias para eliminar la corrupción de la vida pública. En su último informe concluye que el cumplimiento de sus directrices en España es “globalmente insatisfactorio”.


La corrupción sí tiene un coste político

Lara Carrasco cree que hay que acabar con la desánimo  de la gente porque no para de escuchar el mensaje equivocado de que la corrupción no tiene un coste político. “No es cierto. Mariano Rajoy perdió casi 4 millones de votos; pasó de 181 diputados a 123. Claro que se paga. No es una causa perdida”.

La presidenta de Corruptil propone que se haga con la corrupción lo que se hizo en su momento con la violencia de género. “Hay muchas medidas que se pueden tomar, como se hizo entonces contra esta lacra con unos resultados espectaculares. Las medidas efectivas que se incrementaron con José Luis Rodríguez Zapatero fueron reconocidas en todo el mundo.


Francisco Correa (d), presunto cabecilla de la Gürtel, y Pablo Crespo (i), exsecretario de Organización del PP de Galicia y supuesto número dos
Un juzgado contra la corrupción
Corruptil propone que se cree un juzgado especializado en corrupción política, de índole central o por comunidades autónomas, que se encargue de tramitar las denuncias por corrupción e investigar rápidamente.“Ahora, la Fiscalía Anticorrupción promueve investigaciones, pero una vez tramitadas caen en un juzgado X, donde muchas veces los casos se duermen. El juzgado, para poder ir adelante con el caso, tiene que contar con la Guardia Civil, con la Policía, la ONIF, que, depende en qué medida están politizados o no, te responden de una manera u otra. La mayoría quiere que investigue la UCO, porque es un organismo donde no hay tanta influencia política”, explica Lara Carrasco.

Los astros se alinearon con Carmena
“Si te ves afectado por una causa de corrupción tienes que vivir un calvario para que la causa prospere, además de tener un dineral para pagar abogados”. La presidenta de Corruptil dice con sentido del humor que en el caso de los fondos buitres “los astros se alinearon” y se dio la circunstancia de que coincidieron en el tiempo un abogado de amplia experiencia y gran sensibilidad social, como Mariano Benítez de Lugo, Corruptil, las portavoces de las asociaciones afectadas, y que Manuela Carmena haya ganado en Madrid.

Un ‘Kiva’ sobre corrupción
Lara Carrasco cree que hay que trabajar en todo un cambio de mentalidad que comience en los colegios. “Hemos ideado un proyecto educativo contra la corrupción, que nos gustaría proponer a las administraciones públicas, para impartir talleres por los colegios enseñándole a los niños qué es la corrupción de una manera que puedan entenderlo.

“Al estilo del programa Kiva [programa finlandés anti acoso escolar], pero referido a la corrupción. Al final se trata de lo mismo, es el abuso de poder sobre un débil, mientras una parte mira para otro lado. Pasa con el bullying, con la violencia de género y, también, con la corrupción, donde los débiles son los ciudadanos, a los que se roba”, razona la abogada de Corruptil.

La otra pata, los empresarios
Lara Carrasco cree que no hay que olvidar a los empresarios, que son “la otra pata de la corrupción. Tú tienes una empresa y quieres ir a un concurso público, en los que a veces no hay libre concurrencia. Muchos de los concursos públicos están hechos a medida de una empresa concreta”.

“En esta batalla tendrían que entrar los empresarios, que son los más afectados en el ámbito de la contratación pública, porque tienen que pagar mordidas millonarias. ¿Por qué no crear un grupo de empresarios que quieran ser cabeza de lanza y formar parte de un grupo contra la corrupción?