La diputada y portavoz adjunta de Vox en el Congreso, Macarena Olona, acostumbra a una retórica incisiva; pero este jueves, tras ser ungida como candidata en Andalucía, subió los decibelios. Ante esto, la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, tuvo que reaccionar y le bastaron 32 segundos para propinarle tamaño rapapolvo.

Olona cargó contra Batet por propiciar que los representantes Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y EH Bildu integren la comisión de gastos reservados y secretos oficiales. Así las cosas, la dirigente ultraderechista exigió la dimisión de la presidenta del Congreso alegando que “prostituye esta Cámara”.

“Señora Batet, no sé qué le espera en el futuro, pero usted ha quedado en la historia del constitucionalismo español como la catedrática de derecho constitucional que vulneró todos nuestros derechos. Gracias, señora presidenta”, zanjó.

Batet no pudo evitar responder, pero lo hizo con supina elegancia y educación: “Señora Olona, si usted no ha encontrado suficiente motivación para hacer una intervención que respete a esta cámara, que respete a los órganos de gobierno de esta cámara, que respete el decoro y la educación parlamentaria, al menos podría haber tenido a bien tener un mínimo de elegancia y no dirigirse precisamente a la única persona que no puede entrar en debate en el pleno del Congreso de los Diputados”.

Las derechas fijaron su diana en el epicentro de la Mesa del Congreso y lanzaron sus flechas hacia Batet después de que esta maniobrara el pasado martes para rebajar los requisitos para ingresar en la Comisión de secretos, pasando de mayoría cualificada a absoluta el límite para formar parte de esta. Es decir, sorteó el bloqueo de Vox y PP y abrió las puertas a EH Bildu y a ERC. Como no podía ser de otro modo, se topó con la negativa de conservadores y ultraderechistas.