Ángel Gabilondo ha apelado este sábado, durante la presentación en la sede de Ferraz de su candidatura a la presidencia de la Comunidad de Madrid, al Madrid serio y formal, frente al histrionismo, el griterío y el show. 

"¡Respetemos la inteligencia de la ciudadanía", ha enfatizado, asegurando sentir "profunda vergüenza por ver convertida la política regional en una feria de disparates sobre asuntos serios". 

En este sentido, ha premetido que cada segudo que el resto de candidaturas empleen en desbarrar, él lo dedicará a realizar propuestas que permitan hacer frente a los problemas reales de la ciudadanía. 

Con serena y pausada oratoria, Gabilondo ha subrayado la necesidad de que Madrid diga 'NO' a la ultraderecha. 

 'NO' a la política del tuit 

Del mismo modo, ha dicho 'NO' también a la política del tuit. Ha dado la razón a quien le llama 'soso', si es que se refieren a 'sosegado', porque él no vocifera cuando se tratan asuntos como la vacunación o la recuperación económica y ha enfatizado que "no quiero resumir mi programa en un tuit". "Yo tengo mucho más que decir", ha defendido. 

Así, ha aclarado que por muy serio que sea, no es aburrido. "Detesto el aburrimiento. Me tomo las cosas serias en serio, como que hay miles de madrileños que han crecido con crisis, mis alumnos que siguen sin casa, sin trabajo y con miedo, con sus abuelos trabajando y sus padres en paro o sobreviviendo cuando en Madrid no faltan recursos y sí sobra espectáculo", ha enumerado.

Además se ha descrito como una persona con pasión. "Yo soy una persona muy apasionada por lo que hace. Se te nota poco, podrá decir alguno, pero soy un candidato apasionado. Creo apasionadamente en la bondad del proyecto", ha afirmado después de citar a Hegel al apuntar que "nada grande se ha hecho sin pasión".

Frente al descaro y el insulto 

Gabilondo ha reivindicado su formalidad porque el "descaro y el insulto" no le representa. "A veces ensayo, pero no me sale", ha ironizado, después de aseverar que la tensión no es el camino. "No soy un político de marketing. Soy lisa y llanamente un profesor. He sido rector y ministro. He perdido y ganado las elecciones en Madrid. A mi edad creo saber de qué va la vida", ha descrito.

A continuación ha afirmado que está "en la izquierda que cambia las cosas de veras", está "entre y con los progresistas que no gritan ni gesticulan", entre quienes creen "en el Madrid libre, el de la Puerta del Sol que dice 'no a la ultraderecha', 'no a la ultraderecha'".

El otro Madrid 

El candidato socialista cree en "el Madrid que propició la democracia, el del 15M, el que hoy con mucho dolor lucha contra la pandemia, el de los aplausos en los balcones a los sanitarios, el progresista, rebelde, el cultural y dinámico".

 

Por ello, se ha alejado de "eslóganes ridículos" y ha alertado de que lo peor no es la ultraderecha sino "la degradación de la política por gritos que no dejan escuchar las razones, por los gritos de las posiciones extremistas que sólo tapan los problemas de los madrileños, que no son personajes de series. Basta ya de tanto enfrentamiento y odio. ¿Qué vamos a construir? ¿Una Comunidad a partir de la furia?", se ha preguntado.

"No nos merecemos seguir en esta situación un día más. Convoco a la mejor versión de Madrid en esta encrucijada histórica para volver a sentirnos orgullosos de Madrid para dejar ese papel grotesco", ha reivindicado después de asegurar que se necesita un "equipo fuerte, plural y unido al frente de la gestión, asentado en la realidad y la racionalidad".

"Ética Pública"

Lo ha hecho reclamando "ética pública" y el restablecimiento de la "dignidad política e institucional", después de recordar que tres expresidentes regionales han tenido que comparecer ante la Justicia por acusaciones de corrupción. "La mejor manera de defenderte es no parecerte a ellos", ha resumido parafraseando a Marco Aurelio.

Tiene claro que no ha entrado en política "para incendiar redes ni para actuar o sobreactuar" sino para representar al pueblo mediante "acuerdos efectivos entre diferentes". "Que no se espere de mí para una caricatura insultante o un concurso de rivales o del desvarío", ha advertido.

Para cerrar su intervención, Gabilondo se ha mostrado convencido de poder lograr ganar las comicios y ha pedido no hacerlo por revancha o partidismo, sino por Madrid.