PREGUNTA: Los datos en Madrid por coronavirus son un auténtico desastre. Estamos en torno a 24.000 fallecidos, entre las comunidades que más contagios presentan en toda España… ¿Cómo es posible que con estos datos en esta situación no sea el tema central de campaña y un elemento para decantar unas elecciones?

RESPUESTA: Para nosotros sí es el tema central de campaña. Yo desde luego en todos los actos que hay empiezo por dar los datos de Madrid: las incidencias acumuladas, las ocupaciones de UCI. Todos los días, todas las veces. Y luego señalando los datos que hablan de que uno de cada tres nuevos contagiados se producen en Madrid, o aclarando algunos datos que se nos preguntaban al respecto.

Sí, son datos tremendos y que solo pueden explicarse en que algo no se ha hecho bien. Esa es la verdad. Yo creo que la política que se ha hecho al respecto no ha sido acertada. No hago más valoraciones. Y me parece que, además, deberíamos estar muy, muy preocupados de por qué estas políticas puedan llegar a ser avaladas, incluso, por la ciudadanía.

Tengo una impresión de que hemos elaborado una suerte de discurso de la fiesta de la pandemia, o una fiesta en la pandemia, el festejar en la pandemia, a pesar de la pandemia; como si ya hubiera pasado, y no es verdad. Estos datos de 372 casos en Madrid frente a los 230 en el resto de España son muy inquietantes. Estamos en una situación difícil.

P: Entre esas cosas que usted dice que se han hecho mal ¿incluiría la creación del Hospital Zendal? Y a este respecto, si usted gobernase, ¿qué haría con el Zendal?

R: A mí me parece que el Hospital Zendal es el síntoma de no haber comprendido, a mi juicio, que el asunto se debía basar en los centros de atención primaria. Que la salud pública había que basarla en los centros de proximidad. En nuestra idea, la salud pública debe estar tejida socialmente y, desde luego, hay que impulsar los centros de atención primaria, los centros de urgencia. Lugares donde se conoce a las personas casi por su nombre o se ha visto crecer a los hijos. Incluso, la vacunación hacerla a través de esos centros.

Sin embargo, había una cierta idea de que lo que había era que prevenir, pero prevenir la llegada de los enfermos, no prevenir para que no enfermaran. En esta idea se hace un gran hospital. Nosotros mostramos reticencias al hospital e, incluso, nos opusimos a que se hiciera. Creíamos que más bien lo que había que hacer era reforzar los centros de salud y demás, pero una vez que está construido desde luego nosotros no somos partidarios de derribarlo, ni de dejarlo como un mausoleo como la Ciudad de la Justicia.

Lo que hay que hacer es convertirlo en un hospital de verdad, porque no creemos que sea exactamente un hospital. No tiene una plantilla estable, identificada con un proyecto y, además, no sabemos si es un hospital de cuidados o qué se piensa hacer con todas esas instalaciones. Lo que hay que hacer es un plan de viabilidad para que sea un hospital. Eso significa más personal.

Yo respeto a los que están trabajando allí y a los que se curan allí, pero para que tenga viabilidad y no sea una plantilla traída de aquí y de allá, de muchos, incluso, con reticencias para ir allí. Una plantilla que ha vaciado, o al menos ha debilitado algunos otros hospitales o algunos otros centros de salud.

Me parece a mí que es más bien la experiencia de algo mal hecho y, además, mal concebido y que indica también que no se ha entendido lo que significa el concepto de salud pública si lo que se hace más bien es estar a la espera de que venga, como digo, el que está infectado, en vez de tomar las medidas para que no se infecte.

P: Respecto al plan de vacunación. Si usted fuese presidente, ¿qué diferencias tendría con el actual que está desarrollando Isabel Díaz Ayuso?

R: Primero, creo que no tiene exactamente un plan establecido como una estrategia definida y un plan operativo concreto. Nosotros lo hemos pedido y no lo hemos visto, y esto ha conducido a unos vaivenes muy desconcertantes.

No digamos ya el hacer zonas de vacunación masivas que lo que ha hecho ha sido también llevar a un desplazamiento de la ciudadanía a veces kilómetros, a veces a personas mayores, a veces grandes colas, a veces esperando demasiado próximos en zonas con peligro de contagio. Hemos criticado eso una y otra vez.

Luego se pasó a los grandes hospitales, pero eso tampoco ha durado muchos días. Nosotros seguimos pensando que hay que vacunar en los centros de salud todos los días, los siete días de la semana, y hacerlo masivamente, permanentemente. Se habla de que no hay vacunas, pues desde luego, en los datos que yo tengo, el Ministerio de Sanidad ha entregado 1.806.000 dosis y aquí se han suministrado 1.612.000. O sea hay 193.755 dosis. Y os aseguro que hacen falta más.

Y luego esta historia de las edades, porque hay aquí algún desconcierto, porque en Semana Santa se cerraron los centros de salud y dejaron sin vacunar a altos dependientes y a 43.000 personas mayores de 80 años. O ahora están vacunando a los de 60, han empezado por algunos de 70, otros de 70 están sin vacunar. Yo creo que se está obrando, es mi opinión, desordenadamente, desorganizadamente, y generando confusiones y creo que algún malestar.

Yo no soy alarmista, pero hay algún malestar en la ciudadanía, y por eso lo que hace falta es un verdadero plan estratégico y un plan operativo claro. Y, además, como no acabamos de entender, me parece a mí, lo que son los centros de atención primaria y tenemos los centros de urgencias cerrados, pero es que, además, están diciendo cosas del tipo que vaya uno a pedir hora para vacunarse, haciendo cola para vacunarse.

No se si tienen el personal suficiente, o administrativo o sanitario, para afrontar eso bien porque nosotros, las visitas que hemos hecho, por ejemplo la semana pasada a un centro, están muy desbordados y, repito, lejos de mi generar alarmismo, yo creo que el plan de vacunación en Madrid no va bien.

Ahora, ¿que hay que vacunar masivamente? Bien. ¿Qué en España se está vacunando a 500.000 personas al día y que esto es una esperanza, que vemos ya una esperanza? Pues bien. Y luego todo el debate de la vacuna Sputnik, que también es un debate que merece alguna conversación.

P: Usted habla de los datos sanitarios con bastante conocimiento y, además, nos dice que en los mítines y en los actos habla de ello. Sin embargo, los titulares en los últimos días que han trascendido son la subida de impuestos o que mantendría abiertas las terrazas o que pactaría con el PP de Ayuso. No se si es que la izquierda a veces cae en las trampas y en los marcos ideológicos que marca Ayuso o somos los medios que elegimos los titulares y dejamos de lado, a lo mejor, cosas más importantes como la Sanidad

R: Yo tengo muy poca tendencia a buscar culpables, la verdad, y menos voy a echarle la culpa a los medios de comunicación. Hasta ahí no llega mi posición.

Lo que sí digo es que la política ahora se ha convertido en una realidad, que no lo digo con nostalgia de nada. Y hay estrategias también políticas. Yo de una misma conversación mía hay estrategias. Se puede señalar que ‘como habla de la moderación es conservador’, que ‘como dice que no va a subir los impuestos es conservador’.

Tú puedes buscar el perfil que quieres de cada uno. No digamos si encima pretendes ser un progresista de izquierda integrador, podríamos decir, centrado. No de centro, porque entonces ya te pueden venir de todos los lados los avisperos.

Pero yo no echo la culpa. Los titulares son, si te descuidas, pues ‘qué pasa con Sánchez y Ayuso’ o ‘que hay dudas sobre si van a subir o bajar los impuestos’. Esos son los titulares.

Pero nuestro programa tiene tres aspectos, solo tres líneas globales: el primero es luchar contra la pandemia y vacunar; el segundo la recuperación económica y el tercero la reconstrucción social sin dejar a nadie atrás. Yo quiero que hablemos de eso. Creo que el debate es hablar de Madrid y hablar de eso, pero para hablar de Madrid y hablar de eso hay que abrirse paso entre una maleza llena de mil cosas, pero no echo la culpa. ¡Qué va! Ni se me ocurre.

P: Y con los servicios públicos, cómo están abandonados. Además, nos acaba de contar lo de los hospitales y la cantidad de rebajas fiscales que hay para los más ricos en Madrid, ¿tan descabellado sería subir los impuestos para ciertos sectores?

No, lo que pasa es que en este momento, también lo quiero decir, yo tengo una visión de los impuestos que tiene que ser progresiva y justa. No he cambiado de opinión ni lo voy a cambiar jamás. Lo que sí digo es que en este momento como la OCDE dice, como la ministra Calviño subraya, como yo, desde luego creo, en este momento tiene que haber estabilidad fiscal.

Ten en cuenta que es un gobierno de dos años. Como abramos el debate ese nos pasamos dos años en el debate, que es muy interesante, pero es que hay urgencias. Es que tenemos que darnos cuenta de que hay urgencias y una emergencia también política, que tiene que ver también con que el Gobierno de Madrid sea, vamos a decirlo finamente, escorado hacia la ultraderecha.

Hay urgencia y emergencia, y en urgencia y emergencia cuando hay un incendio conviene no hacer un debate, sino, a ser posible, echar agua. Esta es mi opinión, y en este momento lo que hace falta es resolver esos problemas.

En Madrid hay dinero, lo que pasa es que no hay Presupuesto hecho teniendo en cuenta eso. Yo una de las cosas que echo en cara al gobierno de Ayuso es que no haya hecho un Presupuesto para la era covid. Es decir, un presupuesto para la recuperación justa y la lucha contra la pandemia, y estamos en esa indefensión.

Pero hay 22.000 millones de euros, tenemos recursos. Va a haber recursos de la Unión Europea, va a haber recursos que vienen a través del Plan de Recuperación. No es el momento de hacer eso, pero sí es el momento –lo señalaba la ministra María Jesús Montero- de saber que cuando se habla de un modelo de recuperación vinculado a fondos europeos, hay que hacer reformas y hay que hacer inversiones.

Pero yo en estos dos años no tocaré la fiscalidad, no haré pagar ni un euro a la población que está sufriendo tanto. O yo estoy oyendo raro o yo lo único que oigo es ‘por favor, ayúdennos a salir de esta’.

P: Usted ha propuesto ayudas de 400 euros a las pensiones no contributivas y 150 euros a aumentar el ingreso mínimo vital. Ahí sí que hay dinero, teniendo en cuenta que los fondos europeos no pueden financiar esto.

Claro que hay dinero, lo que no se ha hecho es un Presupuesto, llamémosle covid, pero claro que hay dinero. De hecho, los funcionarios están cobrando, los políticos también, supongo que los bomberos y la policía también… Quiero decir, no estoy diciendo que no haya un Presupuesto, lo que no hay es un Presupuesto aprobado desde hace dos años porque no se ha hecho un Presupuesto para esta situación, y hacer un Presupuesto para esta situación es tener las prioridades totalmente claras.

Cuando yo digo no dejar a nadie atrás me estoy refiriendo a los que tienen Ingreso Mínimo Vital, a las personas de renta mínima básica y que tienen que cuidar de hijos, a personas que tienen pensiones no contributivas… Es que tenemos que hablar de esas cosas. Ya se que son menos divertidas que hablar de grandes debates, hablar de no se qué, pero la ciudadanía está esperando eso: respuestas concretas y ayudas concretas.

Con los hosteleros podemos hacer grandes discursos, pero la Comunidad de Madrid no ha dado ni una ayuda directa a los hosteleros y tenían en el plan de contingencia 80 millones de euros. Que los saquen, que los hay, para dar ayudas directas a los hosteleros. No basta con decirles frases. Si a uno le pides un esfuerzo, le tienes que ayudar.

P: Para cerrar el bloque de Economía. El abono transporte lleva 20 años siendo un tema de campaña electoral. Todo el mundo tiene su promesa, pero lleva varios años el precio congelado. ¿Cuál es su postura como candidato en este aspecto?

R: En dos direcciones, primero el transporte, llámese infantil. Nosotros queremos que hasta los 14 años sea gratuito, y luego el abono transporte juvenil, hemos dicho de ampliarlo hasta los 31 años, que puede ser gratuito pero según las circunstancias. Sería gratis para alguien que está estudiando, para alguien que cobra por debajo del Salario Mínimo Interprofesional; por ejemplo, para aquel que está en desempleo. Es decir, darle dimensión social a las medidas también, porque si no se da esa dimensión social a las medidas tampoco estamos equilibrando socialmente, pero éstas son las dos propuestas que yo señalaría importantes respecto al abono transporte.

Y luego respecto al transporte hay mucho que hablar. Lo primero, desarrollar la equidad de transporte como equidad territorial, porque en Madrid hay 179 municipios, muchos de ellos con muchas dificultades de comunicación regular y en un tiempo razonable.

P: ¿Usted cree que Madrid es tan de derechas como parece que se está instalando esta percepción en la sociedad de que la batalla está perdida y de que Madrid es muy conservadora?

R: Antes de ser de derechas o de izquierdas, a mí lo que me preocupa es una cierta mentalidad que parece imponerse socialmente de que cada uno ha de lograr salir adelante individualmente. Confrontación con la libertad común, con el bien común.

Estas palabras ya se ven como antiguas. Que decir que Madrid se llama Comunidad de Madrid -yo no le he puesto el nombre, pero se llama así- significa no olvidar que las libertades individuales deben conjugarse con las libertades de los demás.

Me preocupa esta idea de que en la vida lo que hay que hacer es vivir lo mejor posible olvidándose de los demás, salir adelante, tener éxito, ganar mucho dinero…Si me parece muy interesante, pero si esa mentalidad se establece como la mentalidad dominante, entonces el problema es más serio que de izquierdas y derechas. El problema es que tenemos una mentalidad social muy conservadora, y yo lo que sí creo es que en Madrid, sin embargo, hay muchísimas personas que tienen una mentalidad progresista, que quieren reformas, transformaciones y regeneración y, además, creo que hay mucha voluntad democrática. Por eso si llamo a algo es a los progresistas y demócratas de Madrid que quieren de verdad evitar un gobierno de la Plaza de Colón, escorado a la extrema derecha.

Creo que hay una mayoría de ciudadanos así, lo que pasa es que tienen que ir a votar, porque también a veces la falta de ir a votar masivamente ha favorecido el triunfo de las posiciones conservadoras. Ellos van a votar y yo estoy diciendo que si no vamos nosotros a votar ellos tomarán las decisiones.

Alguno dice ‘cuando yo no voy a votar no se decide’. No, cuando tú no vas a votar se decide, pero lo deciden otros, y por eso estamos llamando masivamente a votar. Pero, además, ni siquiera estoy diciendo ahora, aunque estamos en campaña electoral y por lo que se ve alrededor puede uno imaginar lo que diría; pero ni siquiera estoy diciendo que vote uno solo a. Vota según las convicciones, según tus principios, tus valores, pero hay que ir a votar. Hay que luchar siempre, todos los días, pero en este momento luchar es ir a votar.

Eso es lo que a mí me preocupa, me preocupa que se ganara por incomparecencia. Es decir, que gane la derecha porque la izquierda está en un debate interesante, ideológico, que también hay que hacer, pero ahora hay que votar. Hay que ganar en las urnas. Es donde se vence verdaderamente también a la ultraderecha. Con votos.  Ahí es donde demostraremos que en Madrid hay una mayoría progresista, demócrata, que quiere otra cosa.

P: ¿Entonces, usted cree que el 4 de mayo hay oportunidades?

R: Sí las hay, y además está, se diga lo que se diga, por las informaciones que yo pudiera tener, bastante empatada la cosa entre progresistas y conservadores. Esto es un esfuerzo, van a ser muy decisivos estos 15 días para lograr también comprometernos en una opción de progreso.

P: Resaltaba la importancia de ir a votar. El 4 de mayo es martes, día laborable y habrá trabajadores que tengan que pedir permiso a sus jefes para ir a votar.

R: Yo creo que los días de la votación deben ser días festivos, pero lo digo por argumentos democráticos. A mí me parece que el día de votar es una fiesta democrática y debe poderse vivir festivamente y democráticamente. Si tenemos que pedir sobre esfuerzos a personas por un tiempo –porque alguno dirá ‘tienes tres horas para votar-, pero hay personas que trabajan lejos de su centro de votación, de su domicilio.

No creo que nadie sea tan perverso como para haber pensado en poner un día de labor para desactivar la participación.

P: La señora presidenta sí señala que si se hace festivo sus votantes podrían estar de puente.

R: De verdad, hace tiempo que me he resignado a hacer comentarios de texto de algunas de esas frases. Lo mejor es repetirlas, como ha hecho usted, ya con eso están comentadas. Pero lo que sí creo es que si se hiciera festivo me parecería la confirmación de un error. El error de no haber hecho las elecciones en un día festivo, que es lo que debería haberse hecho.

P: ¿Cree que el Gobierno de España puede poner el día 4 festivo? ¿Se lo ha pedido usted al Presidente?

R: No se lo he pedido al Presidente del Gobierno ni creo tampoco que sea una decisión que vaya a tomar el Presidente del Gobierno respecto a una votación que se hace en una comunidad concreta, que tiene su autonomía.

P: ¿Cuál cree que es el riesgo de la polarización que está viviendo la Comunidad de Madrid? ¿Qué va a pasar el 5 de mayo?

R: La polarización es siempre un enemigo de la resolución de los problemas, como lo extremismos también. No es que uno no sea extremista porque le da temor ser extremista, es que encuentro hasta un atractivo en eso. Lo que pasa es que hasta donde yo sé los extremismos, sobre todo los radicalismos, en confrontación y polarización no resuelven los problemas. Ahora que los ciudadanos en sus votaciones están expresando más bien que la sociedad es muy plural y muy diversa, lo que hace falta son personas con capacidad de aglutinar voluntades y de buscar acuerdos y de sumar voluntades.

Hay gente que tiene capacidad de restar, y yo creo que hace falta gente con capacidad de sumar. Hay gente que tiene capacidad de dividir, pero yo creo que hace falta gente con capacidad de potenciar. Nosotros hemos puesto una X en el anuncio. El eslogan es ‘POR’. Nosotros queremos por, no dividir.

Me parece que polarizar ayuda finalmente a los pensamientos conservadores, sean los que sean. La polarización desmotiva a la ciudadanía. El enemigo es ahora mismo la antipolítico, los que en nombre de no se qué realismo en realidad hacen discurso contra lo político. Lo político lo tenemos que hacer bien y en serio, y no caer en politiquerías. Pero lo político es fundamental, lo público y lo social, en este momento. La polarización no resuelve problemas.

P: ¿Qué supondrá para los madrileños y hasta para los españoles que Vox pueda ser decisivo?

R: A mí me parece un asunto de emergencia. No quiero ser muy alarmista, pero me parece un asunto de emergencia para Madrid, para España y voy a señalar de emergencia para Europa. Europa está mirando qué pasa aquí, porque no hay precedente en Europa de una fuerza de, cada uno lo llamará como quiera: extrema derecha, derecha extrema... Yo lo voy a llamar solo Vox y ya cada uno se hace idea.

Lo que digo es que no existen esos precedentes en Europa que estén dentro de un gobierno o que, incluso, se hayan convocado elecciones tratando de incorporarlos más, de aproximarlos más a la oposición –que es lo que el PP también hace- bajo mi gusto con un error grave. El error grave es que para empezar hay otros partidos populares también en España. O quiero decirlo más claramente, es que el PP de Madrid tiene una incorporación a Vox que no se yo si se da en otras comunidades: en Galicia o en el resto de comunidades o países europeos.

Es que aquí estamos en una situación, cuando digo de urgencia y emergencia, repito, entiéndase dándole contenido, no haciendo de eso una bandera; sino haciendo de eso un compromiso, y yo creo que tenemos el compromiso de votar y de evitar y parar eso.

Cuando hemos dicho paremos el gobierno de Colón no estamos hablando de una foto, estamos hablando de una realidad que puede plantarse, produciendo años de retroceso en los derechos de las mujeres, en los derechos LGTBI, alejándonos también de una concepción de la educación abierta, diversa. Y yo lo veo, sobre todo, después de escuchar las palabras de ayer sobre los MENAS, una especie de descalificación del otro, del diferente, del que viene de otros lugares. Esto no es soportable socialmente y, por eso, se creerá o no se creerá, pero yo por eso sigo aquí. No soy joven, no estoy labrándome mi futuro, porque el futuro está ya toreado. Estoy aquí porque creo que no podemos resignarnos ante este desafío en el que estamos sin presentar resistencia y votando.

P: Le ha dado una nota de un 1 a la gestión de Ayuso, ¿sería capaz de decir una cosa positiva de su gestión?

R: Yo lo que digo es que no dudo de la buena voluntad, no dudo del trabajo y el esfuerzo realizado por los demás. Entendamos que lo que estoy valorando es el trabajo y el esfuerzo que se está realizando y no tengo nada contra los consejeros y consejeras que han trabajado como mejor han creído. Por eso, poner cero es como descalificar.

A mí me parece que la misión fundamental que tenían de legislar de acuerdo a procesos  de reforma, de transformación y regeneración no se ha hecho. No se han hecho Presupuestos, no se han resuelto los asuntos que tenían que ver como los proyectos para los fondos europeos… Y yo modestamente, y nuestro grupo, hemos propuesto la comisión de Avalmadrid, hemos propuesto y trabajado en la comisión para que se aclare lo sucedido en las residencias de mayores, que es un dolor y un sufrimientos solo pensar en eso, y se diriman responsabilidades…

Hemos llevado al Tribunal Constitucional la reforma de la Ley del Suelo, hemos propuesto un plan de reforma y de impulso de recuperación social y económica en Madrid que apoyaron todos los grupos, menos Vox. Y ahora resulta que el único que no apoyó eso es el que se quiere que entre en el gobierno de Madrid.

Un 1, por respeto a la voluntad y al respeto que me merecen el trabajo que han hecho ellos , que yo no dudo de ello ni de las personas que han trabajado ahí, pero el resultado ha sido un gobierno fallido, un gobierno estéril. ¿Por qué han convocado elecciones si iba todo tan bien? ¿Por qué han cesado al vicepresidente y a la mitad de los consejeros si todo iba tan bien?