El debate de Cadena Ser dinamitado por la negativa de Rocío Monasterio a condenar las amenazas de muerte recibidas por Pablo Iglesias, Fernando Grande-Marlaska y María Gámez, directora de la Guardia Civil, dio mucho más de lo que mostraron las cámaras. Después de que la conductora del mismo, Àngels Barceló, lo diera por concluido, hubo interesantes reflexiones por parte de Edmundo Bal y Ángel Gabilondo que no se vieron ni escucharon en antena.

Concretamente, el candidato de Ciudadanos a las elecciones de este 4 de mayo insistía a su homólogo en el PSOE en la idea de que los demócratas somos más y no podemos caer en la trampa ultra de Vox. Gabilondo, sereno, insistía en que no se podía mantener un debate con personas del calibre de Monasterio.

Por su parte, la damnificada, intentaba despedirse de sus adversarios con un “hasta luego”, que Bal desprestigiaba diciéndole que se fuera a “poner un tuit”. Este argumento no gustó a la dirigente de la extrema derecha, que prosiguió en que el debate era una muestra de “dictadura” porque no le habían dejado acabar con una intervención final.

Barceló, cansada de las barbaridades de Monasterio, le dijo que no eran formas de debatir y que ella lo sabía. Puede ver el vídeo a continuación: