Domingo 9 de marzo de 2008. José Luís Rodríguez Zapatero sale airoso de las elecciones generales y consigue repetir mandato. Aquella noche electoral, sin nadie preverlo, sería a posteriori el génesis de Vox. Pero, vayamos por partes. 

Poco más de tres meses después de dichos comicios, el Partido Popular se encuentra ante su mayor crisis interna, Mariano Rajoy está en sus horas más bajas y la sombra del aznarismo es cada vez más alargada. Bajo este contexto, se celebra el XVI Congreso Nacional del partido, que aquel año tuvo lugar en Valencia, los días 20, 21 y 22 de junio. Una cita en la que se puso en evidencia la fragmentación del PP, con dos almas bien diferenciadas: la llamada línea dura, muy critica con Rajoy y encabezada por Esperanza Aguirre, Jaime Mayor Oreja, Ángel Acebes y diferentes dirigentes vascos como María San Gil, y un ala más centrista con María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría como principales cabezas visibles.

La cita tenía dos objetivos claros: unir a un partido muy roto y marcar el ideario político de la formación. Para este segundo punto, decidieron realizar una ponencia, es decir, un documento que marcara la hoja de ruta que debían seguir los populares. Para realizar dicho escrito, se designaron a tres pesos pesados del PP: José Manuel Soria, quien posteriormente fue ministro de Industria con Rajoy, María San Gil, presidenta del PP del País Vasco, y Alicia Sánchez Camacho, presidenta del PP de Cataluña. 

Sin embargo, lo que debía de ser un trámite se convirtió en una pugna sin cuartel entre los dos bandos anteriormente mencionados. Los tres ponentes debían preparar una ponencia cada uno, y posteriormente elaborar un escrito conjunto. No obstante, las cosas no salieron así, ya que San Gil renunció a firmar el documento por "profundas discrepancias". Hay que apuntar que esta era la representante del ala más dura, y no comulgaba con la idea que había en el ala centrista de acercar posturas con los nacionalismos.

Por ello, según publicó en su momento el diario El Mundo, cuando recibió una primera versión de Soria, decidió modificarlo y volver a enviárselo al canario. Entonces, este decidió contestar a la vasca con un mensaje que levantaría muchas ampollas: "María, he recibido tu ponencia. ¡Arriba España!". San Gil entendió estas palabras como una falta de respeto. Aznar, Mayor OrejaCarlos Iturgaiz la apoyaron públicamente. Además, el eurodiputado del PP Alejo Vidal Quadras, quien posteriormente fundaría Vox, tildó el mensaje de "intolerable" y calificó a la política vasca de "referente indiscutible". 

La crisis fue de tal magnitud que Rajoy necesitó de la intervención de su asesor ejecutivo, José María Lassalle, para calmar los ánimos. Finalmente, se consiguió elaborar un texto único, pero el precio que pagaron por él fue demasiado alto. Tras este incidente, se produjo una grieta en el partido que se intentó cerrar de muchas formas, pero nunca se logró, y debido a este agujero surgiría años más tarde Vox, poblado fundamentalmente por expopulares